Rolando Ferrer Martínez, de 48 años de edad, permanecía en uno de los asientos del Santuario María Auxiliadora, antes de la misa de las 7:00 de la noche, del miércoles.
Repentinamente, minutos antes de la homilía, extrajo un cuchillo de cocina con el que se provocó un extenso corte en el cuello.
Feligreses llamaron una ambulancia e intentaron contener la hemorragia a la espera de la ayuda.
Era de Maracaibo y desde julio del año pasado vivía en Punta Arenas. Ambos compartían un emprendimiento gastronómico.
Huichal Soto tenía un hijo, que vive en Venezuela, y su exesposa en Santiago. Y la única hermana de la víctima llegaba a la región magallánica este sábado para estar en la despedida final.
«Nosotros estábamos construyendo una cabaña en Chiloé para ir a pasar el verano, por eso no entiendo nada. Estábamos tan bien. Realmente no sé qué pasó por su cabeza para hacer algo así. Nunca dio señales de nada. Incluso estaba haciendo el curso de chofer profesional para obtener la licencia A2 y A4», comentó.
Cuando llegó la policía a su casa para informar la tragedia, la mujer enmudeció y quedó en “shock”.
El contexto de lo sucedido obligó a la Fiscalía a solicitar diligencias a la Brigada de Homicidios de la PDI, quienes se constituyeron en el hospital a fin de recabar todos los antecedentes del trágico deceso, reseña Versión Final.
Con información de 2001.
