En plena celebración de la Navidad, entre el pasado sábado y este lunes, grupos de hombres armados han matado a 150 vecinos, muchos de ellos mujeres y niños, de comunidades mayoritariamente cristianas del Estado nigeriano de Plateau, en el centro del país.
Por el momento ninguna organización se ha reivindicado como autora de los sangrientos sucesos, pese a que las autoridades creen que pastores de la tribu Fulani están detrás de los mismos ya que han protagonizado matanzas similares en regiones del noroeste y centro de Nigeria.
El gobernador ha denunciado que la violencia se sucede desde hace al menos cinco años en los que estos grupos han tomado escuelas y edificios públicos con total sensación de impunidad al no llegar a ser nadie detenido. «Tenemos que parar esta carnicería. Las fuerzas de seguridad no pueden continuar con una estrategia reactiva, sino ser proactivos», pidió Mutfwang en una entrevista a la televisión Sunrise Dialy.
Según recoge AP, algunos de los supervivientes tuvieron que esperar más de 12 horas hasta que llegó algún efectivo de los cuerpos de seguridad del país en respuesta a su llamada de auxilio.
El Gobierno no ha confirmado este extremo, pero sí ha admitido la lentitud en muchas respuestas de las fuerzas policiales en medio de una crisis de seguridad que ha dejado este años cientos de víctimas. Esta la peor desde el pasado mayo en la que más de un centenar murieron en ataques de agricultores y pastores.