Los ojos le brillan a Sonia Bastardo cuando habla del Carnaval, la emoción se apodera de su ánimo y recuerda con mucha alegría estos 50 años donde ha diseñado y confeccionado las mejores fantasías para esta icónica fiesta de Maturín.
Toda una vida residenciada en la calle Bomboná de la capital monaguense, la artista recuerda con emoción muchos de sus trajes.
Otro de los recuerdos de Bastardo es el impacto que causaron sus trajes y la emoción que se vivió durante una época.
La diseñadora afirma que era una fiesta que se disfrutaba, no solo en la ruta del desfile, también en cada comunidad y sector de la ciudad.
Recordó que el Carnaval de Maturín era una celebración que se vivía en familia, con amistades y donde las comunidades se unían para participar.
Había mucha emoción para decorar las calles, para disfrazarse, paras ser parte de las comparsas, «hoy eso se ha perdido», confesó.
Recordó que habían templetes en cada sector, además de respeto y unión en la ciudad. «Esto fue lo que convirtió esta fiesta en un referente de la idiosincrasia de los maturineses», señaló.
«Nosotros poníamos las sillas junto a la plaza Piar, ocho días antes de iniciar el desfile y nadie las tocaba o las movía, y los días de los desfiles eran de disfrute y algarabía, pero sobre todo era una demostración de la felicidad que se vivía en Maturín».
EL DESFILE UNA GRAN FIESTA
Bastardo recuerda muchos de estos desfiles, pero hay uno que ha quedado grabado en su mente, por la fantasía que diseñó y como lo disfrutó.
“Fue un desfile maravilloso, realizado hace 12 años, donde presentamos una comparsa de madres e hijas, y compartí con mi hija, pero además de eso, hubo 30 madres y 50 hijas, engalanamos esa edición del desfile y ha quedado para el recuerdo ese gran momento que se vivió en Maturín”, destacó.
Para la entrevistada, el Carnaval ha evolucionado y aunque hay muchas personas que se resisten, esto era algo que se veía venir.
«La ruta nueva es muy corta, nada que ver con la tradicional ruta que salía desde el colegio Isnardi y llegaba a la bomba del Guacaharín, allí si había espacio para el disfrute y para que los asistentes disfrutaran del recorrido», explicó.
DISEÑADORA DE LUJO
En la actualidad, Bastardo se ha convertido en un referente para el diseño y confección de las fantasías que desfilan en los Carnavales de la ciudad.
«El Carnaval es mi pasión y todo lo que tiene ver con esta fiesta recorre mi sangre, por ello, estoy trabajando con los colegios públicos y privados, diseñando los trajes y confeccionado algunos de ellos», expresó
Bastardo ha venido trabajando con colegios como el Humboldt, Nuevos Horizontes, Cecilio Acosta y Manuel Piar, entre otros, además «las candidatas al reinado también acuden a mi casa para que les diseñe su fantasía para el desfile».
CARNAVAL PATRIMONIO CULTURAL
La posibilidad de convertir esta fiesta en un patrimonio cultural del estado, llena de emoción a Bastardo, quien expresa su apoyo para esta iniciativa.
«Es un honor para el pueblo de Maturín y todo el estado Monagas, que su Carnaval sea reconocido como patrimonio cultural. También me gustaría la internacionalización de esta fiesta, para que a nivel mundial se reconozca el trabajo de tantas personas que han hecho de esta fiesta una tradición», concluyó Bastardo.