Últimamente está circulando mucho por redes una posible explicación a los sueños en los que se caen los dientes. Lo cierto es que es un tema onírico de lo más habitual, junto a tener que hacer un examen para el que no hemos estudiado o descubrir que vamos desnudos caminando por la calle. ¿Pero tiene algún significado concreto o es algo totalmente aleatorio?
Históricamente se ha dicho de todo. Una de las primeras personas en hablar sobre los sueños en los que se caen los dientes fue el griego Artemidorus, quien lo relacionó con las deudas financieras. También se mencionó en un texto judío, conocido como el Talmud. En él, se hablaba de la predicción de una muerte inminente en la familia. Y, por supuesto, el psicoanalista Sigmund Freud, muy conocido por su trabajo en la interpretación de los sueños, tenía su propia hipótesis, en la que relacionaba este sueño con una temática sexual. Concretamente, según él, podría estar relacionado con la masturbación.
Con el tiempo, otros muchos gurús de la interpretación de los sueños se han lanzado a hacer sus propias lecturas de la caída de los dientes. Las piezas dentales se suelen relacionar con la autoestima y la confianza, de manera que, si se caen, puede deberse a problemas de ansiedad o falta de autoestima. Teniendo en cuenta la cantidad de personas que hoy en día padecen ansiedad y baja autoestima, es muy fácil acertar con esta predicción. Pero, en realidad, el sueño no tiene nada que ver con eso. Al menos no directamente.
La pseudociencia de interpretar los sueños
Los sueños son todo un misterio para los científicos que estudian el cerebro. ¿Por qué soñamos? ¿A qué se debe que unas personas recuerden lo que sueñan y otras no? ¿Cuál es la interpretación de los sueños que más se repiten?
Estas son algunas de las preguntas más comunes sobre los sueños y lo cierto es que no hay respuestas definitivas para casi ninguna de ellas. La mayor hipótesis sobre por qué soñamos se relaciona con el proceso de aprendizaje. De algún modo, nuestro cerebro fija la información aprendida a raíz de este repaso inconsciente de las vivencias.
También se sabe que, a lo largo de la noche, el cerebro pasa por periodos más o menos activos. En ese ciclo tienen lugar ráfagas de actividad que podrían atravesar algunos recuerdos de forma totalmente aleatoria. Pero, tanto para la primera hipótesis como para la segunda, los recuerdos que se asocian no tienen ninguna explicación.
Por ejemplo, si soñamos que besamos a alguna persona conocida, no quiere decir que queramos tener una relación con ella. Simplemente esa persona estaba en nuestra mente y el cerebro la ha enlazado con la acción de besar. La tendencia a recordar o no recordar lo que soñamos se basa en la profundidad con la que dormimos. Tampoco tiene ningún significado oculto.
El problema es que los seres humanos somos animales curiosos y no soportamos la incertidumbre ni el desconocimiento. Por eso, a lo largo de la historia ha habido muchas personas que han intentado dar una explicación a los sueños, saltándose para ello los estrictos criterios de la investigación científica. Es el caso de Sigmund Freud. Realizó un trabajo sobre interpretación de los sueños muy bien acogido a principios del siglo XX, pero en desuso en la actualidad. Esto se debe a que se ha demostrado que no utilizó ningún tipo de criterio científico en sus interpretaciones. Da igual si se trata de los sueños en los que se caen los dientes o de cualquier otro. Cada persona es diferente y no hay una explicación posible. Al menos no se ha encontrado una científicamente aceptable.
¿A qué se deben entonces los sueños en los que se caen los dientes?
Si cada persona tiene sus propios sueños, ¿por qué son tan comunes los sueños en los que se caen los dientes?
En 2018, un equipo de científicos de la Universidad de Negev, en Israel, quiso dar una respuesta a esta cuestión. Para ello, se reunió a 210 estudiantes, quienes tuvieron que contestar un cuestionario formado por preguntas sobre la temática de sus sueños, su estado emocional y algunas cuestiones de salud.
Efectivamente, los sueños en los que se caen los dientes fueron de los más comunes. Pero, al analizar el estado emocional de los estudiantes que más soñaban con ello, no se observó ninguna falta de confianza ni angustia continua. En cambio, hubo algo que sí se vio en la mayoría de ellos. Sentían irritación en los dientes al despertar.
Se calcula que el 39 % de la población alguna vez ha tenido sueños en los que se caen los dientes. Por otro lado, aproximadamente el 70 % de la población padece bruxismo o, lo que es lo mismo, tiende a rechinar los dientes mientras duerme. Sobre todo en periodos de estrés o ansiedad. El problema es que, al ser algo que ocurre mientras dormimos, muchas veces no somos conscientes de ello hasta que no sentimos dolores de cabeza o vemos los dientes desgastados.
Nuestras sensaciones físicas pueden inmiscuirse en la temática de lo que soñamos. Podemos, por ejemplo, soñar que estamos de parto mientras nos viene la regla, pues en ambos casos se dan contracciones uterinas. Incluso es bastante habitual, sobre todo entre los niños, que sueñen que orinan porque en realidad se están orinando en la cama. En este caso, rechinar los dientes puede hacer que las sensaciones incómodas en las encías pasen a formar parte del sueño, de manera que sentimos que se caen las piezas dentales.
Sin duda, es la hipótesis con más fundamento científico. Mucho más que todas esas que circulan por redes sociales.
Con información de Hipertextual