En una deslumbrante exhibición de luz y velocidad, una bola de fuego atravesó el cielo nocturno de la Península Ibérica, tiñendo la noche de azul.
Este fenómeno lumínico y visual ocurrió la noche del sábado al domingo a las 22:46, fue causado por un objeto de origen cometario que entró en nuestra atmósfera a una velocidad de 45 kilómetros por segundo.
El superbólido comenzó su fase luminosa a unos 100 kilómetros sobre Cáceres y continuó su trayectoria hasta aproximadamente 45 kilómetros al noroeste de Oporto.
Su paso fue tan rápido y brillante que superó la luminosidad de la luna, iluminando la noche con un fogonazo que duró varios segundos y se pudo observar desde muchos puntos de la península ibérica.
Internet y las teorías conspirativas lo convirtieron en trending topic
El evento fue capturado por múltiples cámaras y observadores en toda España, desde Andalucía hasta Galicia, y también en Portugal.
Las redes sociales se inundaron de vídeos y comentarios sobre el bólido, convirtiéndolo en uno de los temas más discutidos del momento.
Sin embargo, no, no estamos ante la llegada de alienígenas ni ningún tipo de misil supersónico atravesando las capas superiores de la atmósfera.
La teoría de la ‘navaja de Okham’ dice que la explicación más sencilla suele ser la acertada y aquí os dejamos la explicación científica real del mismo.
Explicación Científica: Un superbólido meteórico atravesando la atmósfera
Josep María Trigo, astrónomo del Instituto de Ciencias del Espacio del CSIC, ha explicado que se trata de un superbólido meteórico, una roca de aproximadamente 20 a 30 centímetros que tocó la atmósfera en una «trayectoria bastante rasante«.
Este tipo de trayectoria es lo que hizo que el fenómeno fuera tan visible y espectacular a grandes distancias.
A pesar de la preocupación inicial sobre un posible impacto terrestre, la atmósfera terrestre protegió como siempre, desintegrando el objeto antes de que pudiera causar daño.
El análisis del profesor José María Madiedo del Proyecto SMART confirmó que el objeto no produjo meteoritos y que su origen cometario le permitió entrar en nuestra atmósfera a una velocidad de 161.000 kilómetros por hora.
Este evento nos recuerda la dinámica y sorprendente naturaleza del universo que nos rodea.
Mientras que el superbólido no dejó más que una estela de asombro y sorpresa, proporcionó un espectáculo inolvidable y la oportunidad de reflexionar sobre los maravillosos fenómenos que ocurren más allá de nuestro planeta.
Con información de Euro News