Mantener dientes saludables es esencial para una buena salud oral, y la dieta juega un papel clave en este objetivo.
Identificar los alimentos y bebidas que pueden dañar los dientes y aplicar estrategias para minimizar estos efectos puede ser fundamental.
Los refrescos, las bebidas deportivas, las bebidas energéticas y los zumos de frutas son algunos de los peores enemigos de los dientes. La dentista cosmética Lana Rozenberg explicó en entrevista con CBS News, que las bebidas que contienen altas cantidades de azúcar se quedan entre los dientes, lo cual puede provocar caries.
Todo esto “puede llevar a caries, sensibilidad y más problemas orales”, afirmó Rozenberg.
Otro problema son los alimentos pegajosos o chiclosos. Aunque los caramelos como las gominolas son los ejemplos más conocidos, incluso alimentos saludables como la fruta seca pueden adherirse a los dientes y ser difíciles de limpiar.
“Estos alimentos son notorios por quedarse en los dientes y meterse en los recovecos, lo que hace difícil limpiarlos y aumenta el riesgo de caries”, comentó la higienista dental registrada Whitney DiFoggio a CBS News.
Los carbohidratos fermentables, como el pan, la pasta, las papas fritas y las galletas saladas, también representan una amenaza. Según DiFoggio, estos alimentos se descomponen en azúcares directamente en la boca, adhiriéndose a los dientes y aumentando la probabilidad de decadencia dental. Además, generan ácidos que son alimentados por las bacterias, produciendo así resultados dañinos para la salud oral.
Para evitar daños en los dientes sin tener que renunciar por completo a estos alimentos, los expertos recomiendan una serie de estrategias. Una de estas, es el orden en que se consumen los alimentos. “Comer alimentos fibrosos más saludables como manzanas o zanahorias después de consumir alimentos azucarados o pegajosos puede ayudar a limpiar los dientes de manera natural”, sugirió DiFoggio. Esta práctica puede reducir el riesgo de acumulación de placa y caries.
Cortesía La Patilla