Los vecinos de una aldea de la isla de Célebes, en la región central de Indonesia, encontraron el cadáver de una mujer de 45 años que había desaparecido en el interior de una serpiente pitón de 5 metros, informó este domingo el portal Detik.
El jefe de la aldea Kalempang, Suardi Rosi, indicó al medio indonesio que la víctima, Farida, fue encontrada en el interior de la serpiente el viernes, después de un día de búsqueda desde que desapareció.
La mujer fue al mercado a vender sus productos, pero no volvió a casa esa noche y su marido y otros aldeanos encontraron sus pertenencias cerca de una plantación. Entonces, encontraron a la pitón con un gran bulto en su cuerpo y decidieron abrir la serpiente, en la que encontraron el cadáver.
La mujer desaparecida fue encontrada completamente vestida dentro de la enorme serpiente. Su esposo, identificado como Noni, lamentó haber dejado que su esposa saliera sola.«Si hubiera estado con ella ese día, la serpiente no se habría atrevido a tocarla», dijo, según ViralPress. «Siento pena por el sufrimiento que ella pasó. Lo siento por nuestra familia», dijo el marido.
La pitón reticulada (Malayophython reticulatus, es considerada la serpiente más larga del mundo llegando hasta los 8 metros de largo y 250 kilogramos y suele asfixiar a sus víctimas con su cuerpo antes de engullirlas enteras.
La pitón se alimenta sobre todo de roedores, peces y otros reptiles, aunque los ejemplares más grandes también cazan monos, cerdos, ciervos, jabalíes y hasta leopardos.
Aunque no es común, algunas pitones pueden atacar y engullir un hombre o mujer adultos, como ha ocurrido en algunas ocasiones en Indonesia. En el 2017, un hombre de 27 años fue encontrado muerto en el interior de una pitón en Célebes, mientras que una mujer de 50 años también fue hallada en el 2022 en el interior de otra serpiente en la isla de Sumatra. El año pasado, los residentes del distrito de Tinanggea, en el sudeste de Sulawesi, mataron a una pitón de ocho metros, que fue encontrada estrangulando y comiéndose a uno de los agricultores de una aldea.
Las pitones reticuladas agarran a sus presas con docenas de dientes afilados y curvos y luego las exprimen hasta matarlas antes de tragárselas enteras. Están muy extendidos en Indonesia.
Vía | La Voz de Galicia