En los últimos 20 años, el registro de personas que sufren de depresión, u otra afección emocional relacionada al estrés, ha subido considerablemente; a esto se le debe agregar que existe un gran número de personas que no son diagnosticadas cada año.
Los especialistas en la salud mental pueden recomendar antidepresivos como una herramienta que facilite la mejora del paciente.
Los antidepresivos son medicamentos recetados, principalmente, para aliviar síntomas de problemas ligados a las emociones y los estados de ánimo. Estas medicinas son inhibidores de distintas sustancias que se encuentran en el cerebro.
Tipos de antidepresivos
Existen varios tipos, los principales son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS); pero también existen otros tipos de inhibidores con dopamina (ISRD), noradrenalina (ISRN), monoaminooxidasa (IMAO) y antidepresivos tricíclicos (ATC).
Producen serotonina
Como su nombre lo indica, estos medicamentos, a través de sus compuestos químicos, influyen en la forma en la que el cerebro transmite algunas sustancias relacionadas a las emociones.
En el caso específico de los ISRS, redirigen la serotonina hacia la célula presináptica, lo que conlleva a una mayor producción de serotonina. Esta sustancia ayuda a regular el estado de ánimo, ejerciendo una sensación de alivio en los pacientes con emociones muy fuertes.
Los ISRS son los más recomendados, ya que cuentan con una menor cantidad de efectos secundarios; pero todos estos medicamentos deben ser tomados bajo la supervisión de un experto, ya que podrían generar una dependencia en el paciente.
Los antidepresivos, a pesar de los cambios fisiológicos que ejercen, tienen efectos momentáneos; es decir, no representan una cura, sino una herramienta para ayudar a la mejora del paciente. Los antidepresivos tienen efecto desde su primera ingesta. Esto representa una posibilidad para que los pacientes puedan mejorar los síntomas de la depresión en un período más corto de lo que se creía.
Cortesía 800 Noticias