Ocho días han pasado desde que Ana Jiménez, propietaria de la casa colapsada debido a las intensas lluvias del pasado 16 de julio en la calle Bomboná de Maturín, emitió un llamado de auxilio.
«Mi hogar continúa en las mismas condiciones. Aún aguardo respuestas de las autoridades gubernamentales, quienes no han hecho acto de presencia ni enviado personal para evaluar la situación en la que nos encontramos», expresó.
Jiménez señaló que desde el derrumbe de su vivienda solo cuentan con suministro eléctrico de 220 voltios en lugar de los habituales 110 voltios, y manifestó su preocupación por la posibilidad de que las lluvias continúen erosionando partes de la estructura.
«Poseo el informe de la Defensa Civil que indica que la casa se encuentra en alto riesgo. Llevo ocho días sin poder descansar adecuadamente debido a los truenos y relámpagos. Me levanto constantemente para verificar el bienestar de mis nietos», añadió.
En la residencia residen 11 personas, entre ellas adultos mayores y menores, quienes viven con el temor constante ante posibles deslizamientos adicionales.
Jiménez hizo un llamado urgente a las autoridades regionales para que evalúen los daños ocasionados y proporcionen asistencia antes de que se produzca otro incidente.
«Aún estamos en peligro debido a las grietas presentes en la estructura. Solicito ayuda a las autoridades regionales para que inspeccionen el estado actual de mi hogar y comprendan la amenaza continua a la que nos enfrentamos. Es imperativo reforzar la base de la casa antes de que colapse por completo», concluyó Jiménez.
Fotos/Osmel Rodríguez
