El mundo del deporte olímpico ha experimentado una transformación significativa con la inclusión de disciplinas urbanas como el skateboarding, el surf y, por supuesto, el breaking. Esta danza callejera, nacida en el Bronx de los años 70, ha pasado de ser una expresión cultural a convertirse en una competencia deportiva de alto nivel, y ahora, en un deporte olímpico oficial.
También conocido como breakdance, es un estilo de baile caracterizado por movimientos acrobáticos, fuerza, ritmo y creatividad. Los bailarines, llamados B-Boys y B-Girls, se enfrentan en batallas uno contra uno, improvisando al ritmo de la música.
Entre sus elementos clave incluyen el top rocks, movimientos de calentamiento y transición; footworks, complejas secuencias de pasos rápidos y precisos; power moves, acrobacias como giros de cabeza, freezes y flips; y freezes, posiciones estáticas que desafían la gravedad.
Breaking en París 2024
Este baile urbano hizo su debut olímpico en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018, donde fue un rotundo éxito. Esto allanó el camino para su inclusión en los Juegos Olímpicos de París 2024.
En esta edición, 16 B-Boys y 16 B-Girls de todo el mundo se enfrentarán en emocionantes batallas para convertirse en los primeros campeones olímpicos de breaking.
¿Por qué es un deporte olímpico?
La inclusión en la máxima deportiva se debe a varios factores:
- Popularidad: es una de las disciplinas urbanas más populares a nivel mundial, con una gran base de seguidores y una creciente comunidad de practicantes.
- Valores olímpicos: promueve valores como la amistad, el respeto, la excelencia y la superación personal, que son fundamentales en el espíritu olímpico.
- Diversidad: es un deporte inclusivo que atrae a personas de diferentes orígenes y culturas, lo que enriquece el panorama deportivo olímpico.
Futuro del movimiento urbano
La llegada del breaking a los Juegos Olímpicos representa un hito histórico para la cultura urbana y el movimiento olímpico. Esta disciplina tiene el potencial de atraer a nuevas audiencias y rejuvenecer el movimiento olímpico. Además, el breaking puede servir como inspiración para que otros deportes urbanos sean reconocidos y incluidos en futuros Juegos Olímpicos.
Vía 2001.