La propietaria de la licorería ubicada en la esquina de Los Guaritos IV, María Páez, desmintió la acusación publicada en este medio de comunicación, donde se expone a su negocio como el foco de una contaminación sónica en horas nocturnas, tras denuncias de la comunidad.
Destaca que, desde hace dos meses, este expendio de licores se encuentra cerrado, ya que ellos asumieron recientemente la propiedad del local. “Actualmente estamos en remodelación y no estamos abiertos”.
Como habitante de este populoso sector, asegura que, actualmente, el problema del bullicio en horas nocturnas se debe a la venta de licores de manera independiente en algunas bodegas de la zona que genera que los vehículos pernocten en el lugar con grandes sonidos.
Debido a que el local está cerrado, los que se reúnen la zona toman las aceras y gran parte de la vialidad para hacer sus algarabías nocturnas.
“Nos sentimos perjudicados con la denuncia, porque aún no hemos abiertos el local y nosotros sí estamos legales con todos los permisos e impuestos”, destacó la propietaria, quien junto a su esposo llevan 8 años trabajando en distintos rubros sin perjudicar el bienestar de la comunidad, por lo que hacen un llamado a la sana convivencia vecinal y a las buenas costumbres.