La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado la viruela del mono, una emergencia de salud pública de importancia internacional. Ante esto, es importante saber qué síntomas desencadenan esta enfermedad y cómo puede transmitirse a otras personas.
La viruela del mono es una enfermedad zoonótica, por lo que puede transmitirse de los animales a los humanos. Aunque el reservorio natural del virus sigue siendo desconocido, se sabe que los roedores africanos y los primates, como los monos, pueden albergar el virus y transmitirlo a las personas.
Síntomas de la viruela del mono
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC), los síntomas iniciales incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, escalofríos, inflamación de los ganglios linfáticos y agotamiento. Unos tres días después de la aparición de la fiebre, puede desarrollarse un sarpullido en la cara y el cuerpo, que evoluciona hasta formar costras.
El tiempo desde la infección hasta la aparición de los síntomas de la viruela del mono, suele ser de 7 a 14 días, aunque puede variar entre 5 y 21 días. La enfermedad generalmente dura entre 2 y 4 semanas.
¿Cómo se transmite la viruela del mono?
La viruela del mono se transmite inicialmente a través del contacto directo con la sangre, fluidos corporales, lesiones en la piel o mucosas de animales infectados.
Se puede propagar mediante el contacto cercano con una persona infectada, como tocar, besar o tener relaciones sexuales, así como a través de materiales contaminados como sábanas, ropa y agujas.
El virus puede ingresar al cuerpo a través de heridas en la piel, aunque no sean visibles, del tracto respiratorio o de las membranas mucosas, como los ojos, la nariz o la boca.
La transmisión de humano a humano puede ocurrir mediante mordeduras o arañazos, la cocción inadecuada de carne de animales infectados, el contacto directo con fluidos corporales o el contacto indirecto con materiales lesionados, y a través de ropa de cama contaminada.
Vía 2001.
