La ciencia de los materiales, la medicina regenerativa y la nanotecnología han abierto una prometedora vía de investigación para tratar de encontrar soluciones eficaces para reparar las lesiones medulares, y lo van a hacer en el marco de un proyecto pionero en el mundo en el que se van a implicar seis países europeos.
«Piezo4Spine» es el nombre de la iniciativa europea que hoy arranca y que ha sido dotada con 3,5 millones de euros dentro de la convocatoria Pathfinder de la UE y que va a ser coordinada por la investigadora española Concepción Serrano, del Instituto de Ciencias Materiales de Madrid (ICMM) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
¿Posibilidades de que esta investigación se traduzca en una práctica clínica en el futuro? «muchas»; ¿cautelas? «todas», ha expresado a EFE la investigadora, quien ha incidido en lanzar un mensaje de prudencia ante las expectativas que generan los avances científicos, y ha precisado que cualquier investigación requiere de muchos años hasta que se completan todas las fases de pruebas y ensayos.
«Vamos a intentar desarrollar una nueva terapia que combina muchos elementos para intentar curar la lesión medular», ha aseverado la científica, y ha recordado que se trata de una lesión que sigue sin tener un tratamiento eficaz y que provoca la pérdida total o parcial del control motor y de la sensibilidad.
El cerebro y la médula espinal no tienen la misma capacidad regenerativa que otros tejidos «y no sabemos por qué», y los investigadores van a explorar durante los próximos cuatro años estas vías para tratar de encontrar una terapia que pueda resultar eficaz, y a través de la «ingeniería de tejidos» diseñar un sustituto de la médula espinal lesionada que tenga la información necesaria para iniciar la recuperación.
Concepción Serrano ha subrayado las potencialidades de esta nueva vía de investigación y las posibilidades de que abran la puerta a terapias eficaces, pero también en la importancia de ser «cautos» y ha advertido de que cualquier nuevo dispositivo médico o fármaco que salta del laboratorio a la clínica requiere de muchos años de trabajo y de cuantiosos recursos económicos.
La hipótesis de trabajo sobre la que se basa este proyecto se centra en el concepto de la «mecanotransducción» -la capacidad que tienen las células y los tejidos para sentir y responder a estímulos mecánicos.
De la misma manera que las células son sensibles a los estímulos químicos o biológicos lo son también a los estímulos mecánicos, ha observado Concepción Serrano, y ha explicado que el objetivo de este proyecto será precisamente investigar esos procesos mecánicos y cómo están relacionados con el funcionamiento del tejido neural.
Se trata de una ciencia pionera y novedosa, ya que fue en 2010 cuando se descubrieron esos receptores mecánicos en las células, un hallazgo que valió al científico libanés afincado en Estados Unidos Arden Patapoutian el Premio Nobel de Medicina y Fisiología.
«Nuestro objetivo es intentar entender mejor la lesión medular y con ese conocimiento proporcionar una solución terapéutica a los lesionados medulares», ha explicado la investigadora española, quien ha precisado además que los científicos se han fijado dos dianas específicas a las que la comunidad científica no había dado todavía la suficiente importancia.
Esas dianas son los receptores mecánicos llamados «Piezo» y los «fibroblastos» que participan en la respuesta al daño neural.
Además de estudiar durante los próximos años esos receptores mecánicos y su implicación en el daño neural, los investigadores se han propuesto un segundo pilar terapéutico: el de desarrollar herramientas de ingeniería genética capaces de modular los «fibroblastos» que participan en los procesos de cicatrización.
Los «fibroblastos» son uno de los tipos celulares que más rápido responden para controlar y cicatrizar la zona del cuerpo dañada, pero esa activación dificulta sin embargo la regeneración natural del tejido neural dañado; en este caso, de la médula espinal.
Por ello, y según ha explicado el CSIC, uno de los objetivos principales del proyecto internacional «Piezo4Spine» va a ser el de trabajar en el bloqueo de esos fibroblastos, favoreciendo así los procesos regenerativos del propio cuerpo.
La investigadora se ha mostrado convencida de que, en el caso de tener éxito, el proyecto va a permitir acceder a nuevos conocimientos y tecnologías que no solo podrían ser útiles para la regeneración neural, sino también para otro tipo de patologías.
En el proyecto participan, además del Instituto de Ciencias Materiales de Madrid, el Hospital Nacional de Parapléjicos (España); el Instituto Tecnológico Italiano (Italia); la Universidad de Coimbra (Portugal); la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica); la empresa Black Drop Biodrucker GmbH (Alemania); y la empresa ACIB GmbH (Austria).
El proyecto va a ser coordinado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que mantiene una «unidad asociada» con el Hospital de Parapléjicos de Toledo que proporcionará una perspectiva clínica y soporte a la colaboración entre ambos centros.
Con información de 800Noticia.