
En las calles de nuestra ciudad, entre el ruido cotidiano y el clima cambiante que siempre nos acompaña, se encuentra Alexander Valdez, un joven de 35 años de edad, cuya historia conmueve y motiva.
A pesar de tener una discapacidad física que le impide caminar con normalidad y comunicarse a través de las palabras, Valdez sale cada día con determinación a vender chucherías, buscando llevar el sustento a su hogar, donde vive junto a su madre.
Su esfuerzo diario no solo refleja coraje, sino también una profunda dignidad y deseo de superación.
Estudiantes del Iutirla le brindan apoyo
Conmovidos por su historia, cinco estudiantes de Publicidad y Mercadeo del Instituto Universitario de Tecnología Industrial Rodolfo Loero Arismendi (Iutirla) sede Maturín, han decidido impulsar su emprendimiento. El grupo trabaja en una campaña de visibilización para generar conciencia y movilizar recursos para mejorar las condiciones de vida de Alexander y su madre.

La iniciativa incluye estrategias de promoción en redes sociales, alianzas con comercios locales, donarle chucherías para su negocio y acompañarlo a venderlas en algunas de sus largas jornadas laborales para animarlo a seguir adelante.
Luis Romero, Sara Natera, Romina Hernández, Valeria Carrera y Grecia Meneses trabajan con mucho amor para convertir este proyecto en algún mucho más grande que 50 % de una materia, en este punto ya están aprobados, pero su objetivo es brindarle a Alexander herramientas que le permitan fortalecer su emprendimiento, pero también mejorar su calidad de vida.
“Alexander nos ha sorprendido con su personalidad alegre, animada y noble, estamos luchando para darle el apoyo que merece”.
Este valiente emprendedor e inspirador, trabaja diagonal a la Plaza El Indio, muy cerca del Terminal Interurbano de Maturín.
Este viernes, Mariano Farías, fotógrafo de la ciudad, se sumó a esta noble causa y tomó unas fotos cautivadoras que se suman a la lista de logros de esta campaña.
Quienes deseen sumarse también, pueden contactar a los estudiantes del Iutirla Maturín a través de la red social @chucheriavaldez
Alexander no solamente vende chucherías. Él regala motivación. Es una lección de vida para todas las personas y esta es una oportunidad de retribuirle lo que él nos brinda con su ejemplo.