Las altas temperaturas en la ciudad de Maturín siguen siendo elevadas, alcanzado los 34 grados, lo que provoca que las personas, especialmente las de avanzada edad y niños sean los más afectados.
En el casco central ya no quedan sombras de árboles y edificios para resguardarse del sol, «andamos como desesperados por no saber qué más hacer con el calor», relató Silvia González, quien es paciente cardíaca y lleva varias noches sin conciliar el sueño por el «calorón» que sigue reinando en las noches.
«Es insoportable el calor, por más agua que tomemos y nos bañemos a cada rato, yo no hallo donde meterme para huirle al vapor», agregó la dama.
Uso de sombrillas, sombreros y ropa ligera
Y es que en el centro de Maturín se pueden apreciar también muchas personas con sombrillas, sombreros, gorras y ropa ligera para evitar exponerse a los rayos del sol y descompensarse.
Esta temporada ha sido de provecho para los comerciantes informales que han logrado vender agua, helados y bebidas como chichas y tizanas.
«Desde que amanece tenemos el sol sobre los hombros. Los que no tienen aires acondicionados la pasan peor, pero los que contamos con estos aparatos no escapamos de la ola de calor porque la capacidad de enfriamiento de los equipos ha bajado», refirió Pedro Idrogo.
Vale señalar que para este viernes se tenía previsto que las temperaturas llegaran a los 36 grados la máxima, con una humedad del 64 %.
Fotos: Osmel Rodríguez
