Ciudadanos en el municipio Maturín manifiestan que se sienten atormentados debido al alto volumen generado por las cornetas y parlantes que los comerciantes colocan a las afueras de sus locales, lo que genera una fuerte contaminación sónica.
Señalan que en casi todas las tiendas del centro de la capital monaguense hay cornetas a las que los vendedores les suben todo el volumen, en sentido hacia la calle, lo que dificulta la comunicación entre las personas en la vía pública.






“Está bien que coloquen música, ya que eso alegra el ambiente navideño, pero el problema es que la mayoría usa el volumen al máximo. Es bastante incómodo a la hora de realizar las compras, ya que a veces uno tiene que forzar la voz para que lo escuchen”, comentó Daniel Mendoza, ciudadano afectado.
Asimismo, Luis Hernández indicó que el alto volumen de la música aturde a los clientes que pasan frente a los locales.
Expresó que le parece muy molesto realizar compras con tal contaminación sónica, la cual predomina especialmente en la avenida Miranda.
“Es horrible salir al centro con todo ese escándalo; no lo soporto. Cada vez que salgo a la calle, pienso cómo hacen los empleados para trabajar ocho horas con ese sonido tan alto durante todo el día; ni siquiera lo colocan a un volumen moderado. Hago un llamado a la conciencia para que los dueños de los negocios dejen de generar esa contaminación sónica”, afirmó.


Los maturineses hicieron un llamado de reflexión a los dueños de los locales ubicados en el centro de la ciudad, para que moderen el volumen de sus equipos de sonido y respeten el espacio público.
Fotos/Juan Goitía