
El hecho fue grabado por una cámara de seguridad situada en el techo del local, en el audiovisual se observa como el sujeto ingresa a la ferretería con la cara tapada totalmente, un casco, su chaleco de seguridad vial y vestido con un jean.
Posteriormente, saca el arma y apunta a una de las empleadas al momento de accionarla no le funcionó.
Las mujeres asustadas se escondieron del delincuente para evitar las balas que nunca fueron percutidas.
Al ver que no podía consumar el crimen, saltó el mostrador para ir tras una de sus víctimas, quien desesperada corrió hacia el interior del negocio pero la frustración hizo que el sicario saliera huyendo.
Cortesía 2001.