El Santiago Bernabéu se convirtió este martes en el epicentro de la música pop y reunión multitudinaria de los llamados swifties. Taylor Swift se subió al escenario del conocido campo de fútbol en una cita que llega 11 años después de su último concierto en la capital española.
Sobre un escenario imponente y colosal, dispuesto en el eje central del estadio, los fans abarrotaron las primeras filas para ver a una de las estrellas más icónicas de los últimos tiempos y que se ha esforzado por meterse en el bolsillo a un público ya enamorado con algunas frases en español.
Con constantes guiños a España, Taylor se mostró arrepentida de no haber traído sus otros tours al país y metió algunas palabras en español en algunas de sus canciones, provocando el furor de los presentes.
Previo a su presentación los fanáticos hicieron el conteo regresivo.
Poco antes, los teloneros, el grupo de rock Paramore, ha levantado los ánimos de los swifties desde las 18.30, que han estado horas en las inmediaciones del estadio disfrutando de las compras de merchandising y conociendo a otros fans.
En los primeros compases del concierto, antes de la salida estelar de Swift, Laura, a pocos metros del escenario, reconoció haberse «agobiado un poco», según contó a 20minutos. En el estadio entran alrededor de 52.000 asistentes.
«Estaban entrando los de pase VIP y los de pista estaban en la Castellana y cada vez se hacía más y más grande la cola, pero cuando han abierto me ha parecido que fluía todo muy bien», relató sobre la entrada a las instalaciones.
