El sociólogo de 65 años, hijo del fallecido expresidente Juan José Arévalo (1945-1951), consideró que el alud de votos a su favor reflejó que la ciudadanía está harta de la corrupción enquistada en el Estado, y anhela cambios reales que transformen la política en Guatemala y abran paso a una verdadera institucionalidad democrática.
Disputas con la Fiscalía
Porras, junto con el titular de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Rafael Curruchiche, y el juez Freddy Orellana, han sido protagonistas de la arremetida contra Semilla y la dupla presidencial. El trío de funcionarios fue incluido en la lista de sanciones de EEUU por sus intentos de socavar el traspaso del poder.
La situación conflictiva comenzó desde que Arévalo ganó la primera vuelta y empezó a perfilarse como ganador del balotaje. Desde entonces, la Fiscalía emprendió acciones que terminaron en la suspensión del Movimiento Semilla e incluyeron el allanamiento de su sede y la del Tribunal Supremo Electoral (TSE), así como el secuestro de actas con resultados.
En medio de la incertidumbre causada por las acciones de la Fiscalía, que en diciembre denunció presuntas irregularidades cometidas por el TSE tras la victoria de Arévalo, la Corte de Constitucionalidad (CC) de Guatemala ordenó «garantizar la efectiva toma de posesión» de todos los funcionarios que resultaron electos en los comicios de 2023.
Con información de Globovisión.