En una noche de sorpresas en el Estadio Al-Awwal Park, el Bologna logró una histórica clasificación a la final de la Supercopa de Italia tras eliminar al Inter de Milán en la tanda de penaltis. El encuentro, marcado por la intensidad defensiva y la paridad táctica, terminó con un empate 1-1 tras los 90 minutos.
Un inicio electrizante
El partido comenzó con un ritmo frenético. Apenas al minuto 2, el francés Marcus Thuram adelantó al Inter con una ejecución técnica impecable: una volea perfecta que dejó sin opciones al guardameta rival y parecía encarrilar el pase para los «Nerazzurri».
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Sin embargo, el Bologna no se amilanó ante el vigente campeón. El equipo mantuvo una presión alta que complicó la salida del Inter, encontrando su recompensa al minuto 35. Tras una revisión del VAR, el árbitro señaló una pena máxima que Riccardo Orsolini transformó con un remate preciso para decretar el 1-1 definitivo en el tiempo regular.
Resistencia y definición desde los doce pasos
Durante la segunda mitad, ambos equipos buscaron el gol de la victoria con insistencia. No obstante, las brillantes actuaciones de los porteros mantuvieron el marcador inalterado, obligando a decidir al finalista desde el punto penal.
En la definición definitiva, la puntería estuvo del lado del equipo revelación. Con una ejecución certera en el último cobro, el Bologna selló su pase a la gran final, donde se enfrentará al Napoli por el título de la Supercopa.
Con información de Notitarde
