En Perú salió a la luz las respuestas que la presidenta de ese país, Dina Boluarte, dio a la Fiscalía de la Nación en el interrogatorio por el caso Rolex, en el que se le investiga por presunto enriquecimiento ilícito y omisión de consignar declaración en documentos.
«En principio, nunca supe que los relojes fueran de alta gama», dijo la mandataria en relación a los Rolex, según parte de sus respuestas, a las que tuvo acceso Canal N.
Para ella, «siempre fueron relojes bonitos que los debería usar en calidad de préstamo». Ya la mandataria había revelado que los lujosos accesorios fueron prestados por el gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, y que ya los devolvió.
Consultada sobre si por ese presunto préstamo, Oscorima le requirió algún tipo de beneficio para su gobierno regional, Boluarte respondió: «Ya he dicho que jamás hubo pedido o intención alguna detrás de estos préstamos».
En otro momento, la defensa técnica de la presidenta realizó preguntas referidas a si ella era especialista en relojes Rolex o si podría distinguir un auténtico de una imitación, a lo que respondió de manera negativa.
La amistad con Oscorima
A la mandataria también le preguntaron desde cuándo mantiene amistad con Oscorima y aseguró que fue desde que el político se convirtió en gobernador electo y llegó a Palacio de Gobierno «por una invitación del entonces presidente Pedro Castillo», aunque no dio una fecha precisa.
«La reunión fue convocada al gran comedor del Palacio de Gobierno, el expresidente Pedro Castillo estuvo sentado al medio de la mesa, al lado derecho mi persona y al lado mío se sentó el señor Wilfredo Oscorima, ahí es donde inicia una amistad sincera de hermanos», detalló.
La mandataria mencionó que posteriormente se realizaron otras reuniones con gobernadores, durante la administración de Castillo, y que ahí «se afianzó» la amistad.
«Como amigos nos saludamos en los cumpleaños, incluso días después de mi cumpleaños lo invité a una reunión que hicimos, pero no pudo llegar por agenda del gobernador; a su vez nos llamamos y saludamos por la aplicación WhatsApp solamente», expresó.
Cortesía Globovisón.
Vaya, solo le falta confundir un Twingo con un Ferrari. Ese embuste no es verdad, como diría un iletrado filósofo .
En un principio había dicho que los había comprado con sus ahorros, que eran de antaño.