Faltando alrededor de 49 días para la cena de Navidad, en Maturín, varios pequeños emprendedores y ciudadanos comienzan a hacer hallacas para vender a sus clientes.
Y es que los maturineses se la han ingeniado para vender este rico plato venezolano y para hacer un dinero extra, a fin de completar con los gastos decembrinos.
Lideima González, habitante del sector Valenzuela, comenta que es docente y que siempre en esta fecha hace hallacas para la venta y así poder hacer dinero extra; además, señala que sus vecinos se las encargan.
«Siempre hago hallacas para vender junto a mi esposo, pero esta vez le dije a mi cuñada que me ayudara porque hacerlas yo sola es un trabajo muy fuerte. Las vendo a $1,50 y ya antes de que iniciara con la elaboración ya tenía la mitad vendida, ya que yo comencé a vender 50 hallacas», agregó González.


En este sentido, el señor Orlando Ortiz indicó que tiene 22 años vendiendo hallacas, pero que él inició la temporada desde el 1 de octubre y finaliza el 31 de diciembre. En comparación con el año pasado, agrega que este año han bajado las ventas un 70 %.
«Son lentas las ventas actualmente y yo creo que es por la variación de precios, porque aunque yo desde hace seis meses ya tenía comprado harina, carne y cochino, igual tengo que comprar los aliños y cada vez que voy hay un precio nuevo, entonces lamentablemente tengo que aumentar un poquito mis hallacas».
Ortiz menciona que también se alista para ofrecer combos, que incluyen la hallaca con ensalada, asado negro y pan de jamón. Sin embargo, el combo es como los clientes lo prefieran.


A pesar de la situación, estos vendedores afirman que es posible que en cada plato de los monaguenses no falte la hallaca.
«A pesar de todo, los venezolanos se han caracterizado por seguir la costumbre. Muchas personas que no la pueden hacer optan por comprarla hecha y, aunque no lo parezca, hay muchos precios accesibles para que puedan comprar».
Fotos/Juan Goitía