
Brasil asumirá la presidencia ‘pro tempore’ del Mercado Común del Sur (Mercosur) en un evento desarrollado en Buenos Aires, donde el presidente argentino, Javier Milei, le dejará la posta a su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, con una deuda histórica del bloque.
Paralizado desde hace años por diferencias regulatorias y presiones internas, el acuerdo comercial de Mercosur con la Unión Europea (UE) se ha resistido. A diferencia de otros organismos, el mayor bloque suramericano necesita consenso para tomar sus decisiones, lo cual dificulta las resoluciones.
Ambas partes suscribieron un pacto a fines de 2024, pero falta la presentación del texto jurídico definitivo y su traducción para iniciar los trámites de ratificación parlamentaria. Lula ya pidió apoyo para esto a uno de los líderes de la UE.
«Francia no tiene mejor amigo en Sudamérica que Brasil, y Brasil no tiene mejor amigo en Europa que Francia», dijo Lula el mes pasado en París, donde se reunió con su homólogo francés, Emmanuel Macron, a quien le solicitó destrabar el proceso.
En conferencia de prensa, Lula lo calificó como el «acuerdo más excepcional» y «una respuesta al unilateralismo» que, a su juicio, se reinstala en el mundo. «Queremos demostrar que el multilateralismo sobrevivirá», manifestó.
«Es importante que nunca lo olvidemos: el Mercosur y la Unión Europea suman una población de 722 millones de habitantes y un PIB de 22 billones de dólares», agregó.
«El «problema» es el sector agrícola»
Por su parte, Macron concedió una entrevista al canal brasileño GloboNews, en la cual se mostró a favor de «fortalecer los vínculos» con Mercosur, pero reconoció que el «problema» es el sector agrícola, que en Francia tiene un peso relevante.
«Nuestro problema, en Europa, es que hemos establecido reglas sanitarias muy estrictas para los agricultores en cuanto al uso de fitosanitarios: un sinnúmero de estos productos está prohibido». «Si el Mercosur quiere producir bienes del sector agroganadero y exportar para Europa, entonces deben cumplir las mismas reglas», comentó.
Sumado a esto, contestó que si los países miembros del Mercado Común del Sur aceptan activar «una cláusula de salvaguardia», Francia suscribirá el tratado.
Terminada la 66.ª Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común y la Cumbre de Presidentes del Mercosur y Estados Asociados, para Lula inicia el contrarreloj para lograr el tan anhelado convenio con la UE.
«Estoy convencido de que, antes de dejar la presidencia del Mercosur, habremos firmado este acuerdo con todos sonriendo», expresó en París.
Ministros al pleno
Los ministros de Economía y presidentes de los Bancos Centrales de los países miembros y asociados del Mercosur iniciaron el miércoles la cumbre del bloque suramericano, con una reunión celebrada en la sede de la Cancillería argentina, en Buenos Aires.
El jueves, la capital argentina será también escenario del encuentro de jefes de Estado. Por primera vez, Panamá participará en la cita con la presencia del presidente del país, José Raúl Mulino.
«Como Estado asociado, Panamá podrá participar en los procesos económicos, comerciales y de cooperación con el Mercosur, sin adherirse al acuerdo del arancel externo común», se precisó desde Presidencia panameña, según recoge la prensa local.
El presidente José Raúl Mulino subrayó que Panamá ofrece al Mercosur su plataforma logística como puerta de entrada a otros mercados, incluyendo Centroamérica y el Caribe.
El Mercosur está conformado por cinco miembros plenos —Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia— y cuenta con varios Estados asociados, entre ellos Panamá, Chile, Perú, Colombia, Ecuador, Guyana y Surinam.
Vía Globovisión