Este lunes 1 de abril, la única casa de cambio de Maturín se observó abarrotada de gente, con una larga cola que se formó debido a la reciente caída del servicio de internet.
Madeleine Arcia contó que ella se prepara cada vez que va a cambiar divisas. Debe esperar pacientemente su turno mientras observa cómo la fila avanza rápidamente una vez que son atendidos.
«Siempre hay cola cuando vengo a esta casa de remesas, pero por lo general se mueve rápidamente», comenta Arcia.
La situación se ha vuelto más complicada con la interrupción del servicio de internet, que ha provocado una cola considerablemente más larga de lo habitual.
«Me vine muy temprano y el internet se cayó, así que ahora tengo que esperar. Nos dijeron que esperáramos 3 horas, pero ya ha pasado ese tiempo y nada», compartió Cecilia Guzmán, una de las personas afectadas por la demora.
Además, los usuarios reportan que los bancos solo ofrece un monto mínimo de 300 dólares en efectivo mientras cantidades mayores son entregadas a través de pago móvil.
La escena caótica en la única casa de cambio de Maturín refleja las dificultades que enfrentan los ciudadanos debido a problemas tecnológicos y limitaciones en los servicios financieros.
Esta situación resalta la importancia de mantener sistemas confiables y eficientes para el acceso a servicios bancarios en la región.
Fotos: Osmel Rodríguez