Luego de una reunión de más de ocho horas, el gremio de transportistas llegó a un acuerdo con el Gobierno de Colombia para levantar el paro de cuatro días que produjo severos bloqueos en varias ciudades del país, reportan medios locales.
El acta de compromiso fue elaborada por el Gobierno en conjunto con representantes de las bases transportadoras. «Donde están incluidos camioneros, transporte de pasajeros especial e intermunicipal, volquetas, grúas, maquinaria amarilla y conductores no propietarios de vehículos», detalló el Ministerio de Transporte.
Lo más relevante es que el aumento del diésel, medida que provocó la movilización, se hará en dos fases: la primera entrará en vigencia este mes, y la segunda, en diciembre. Se concluyó que habrá un incremento total de 800 pesos (0,19 dólares) por galón, frente a los mil 904 (0,46 dólares) por galón que planteó inicialmente el Gobierno.
«Asimismo, se acordaron otros 14 puntos entre: suspender alzas adicionales hasta tanto no se logren transformaciones estructurales en el sector, establecer mesas técnicas que permitan hacer ajustes normativos e incluir en el SICE-TAC (un sistema de información que permite medir o calcular los costos de la operación de transporte) a todos los actores del transporte», añadió el departamento.
La cartera también se comprometió a incluir en la reforma laboral «una propuesta que incluye un artículo especial para el sector transportador, que recoja las necesidades planteadas por los representantes de los conductores de servicio público».
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, celebró la negociación y el fin de la medida de fuerza, que tensó su pulso con la oposición por las acusaciones de que el paro era para desestabilizar a su Gobierno.
«Hemos resuelto más rápido de lo que pensaban y de la mejor manera el paro camionero. Felicitaciones a los pequeños camioneros que supieron poner como prioridad su agenda de reivindicación y no agendas extrañas», escribió Petro en la red social X.
El presidente también envió «felicitaciones a la ciudadanía» por la paciencia ante las dificultades de movilización que provocaron la huelga de camioneros y porque «no pasó a confrontaciones en el seno del pueblo mismo». «Felicitaciones a la fuerza pública que actuó con prudencia democrática», finalizó el jefe de Estado.
Inmediatamente después el mandatario publicó otro mensaje en el que explicó que antes de acceder al Gobierno no conocía «el hueco creciente de deuda con Ecopetrol», que asciende en la actualidad a 50 billones de pesos (alrededor de 12 millones de dólares), debido a la congelación del precio de los combustibles fósiles desde el año 2019.
Petro relató que la subida del precio de los carburantes es imprescindible para asegurar la inversión pública y no caer en la depresión económica. «Estaría trabajando toda la sociedad para pagar solamente la deuda pública», sostuvo el mandatario.
«Ese es el sacrificio del pueblo colombiano más pobre por una nefasta política populista del anterior gobierno», definió el hecho de que ya se hayan pagado casi 30 billones de pesos (alrededor de 7mil 200 millones de dólares) a Ecopetrol.
La paralización de los transportistas no solo afectó los desplazamientos dentro de las principales ciudades, sino que se tradujo en un desabastecimiento creciente de rubros esenciales, como alimentos, medicinas y combustibles, así como en la suspensión de actividades escolares, acumulación de basura, pasajeros varados en terminales y la pausa de obras en construcción.
Vía NT.
