El recién canonizado Carlo Acutis, conocido como el «influencer de Dios», tiene una conexión inesperada y profunda con Venezuela. Sus abuelos maternos vivieron y se conocieron en Caracas, la capital del país, un hecho que ha sido confirmado por su tía abuela, Rosa Pellino.
La noticia ha generado gran emoción en la comunidad católica venezolana.
Testimonio familiar: Dolor, alegría y fé
Rosa Pellino, esposa del reconocido abogado venezolano Miguel Dao, contó en una entrevista sus sentimientos encontrados tras la beatificación de su sobrino nieto en 2020. «Esto es algo muy grande. Hemos llorado mucho», confesó, lamentando no haber podido viajar a Asís, Italia, debido a las restricciones por la pandemia.
Rosa explicó que el abuelo materno de Carlo llegó a Venezuela huyendo de la Segunda Guerra Mundial, y fue en Caracas donde conoció a Luana, su futura esposa. De esta unión nació Antonella, la madre de Carlo Acutis. Por lo tanto, Rosa es la tía abuela de quien ahora es un santo de la Iglesia católica.
La devoción de un joven «Milenial»
A pesar de que su propia familia no era fervientemente religiosa, Carlo mostró una fe inquebrantable desde muy pequeño. Su tía abuela recuerda que «lloraba por entrar a las iglesias» y que «pataleaba si no lo dejaban». Aunque su familia atribuye esta devoción inicial a la influencia de su niñera, Rosa asegura que «eso es un don», una gracia divina.
A medida que creció, su fe se manifestó en acciones concretas. Se levantaba de la mesa para llevar alimento y ropa a los indigentes. Su bondad y cercanía con los más necesitados tenían un «encanto» que aliviaba y animaba a quienes lo conocían.
Carlo Acutis demostró una madurez espiritual asombrosa, prediciendo incluso su propia muerte. Un día le dijo a sus padres: «Pronto moriré, pero ustedes tendrán gemelos», una profecía que se cumplió tras su fallecimiento.
Cuando le diagnosticaron leucemia, la noticia fue devastadora para la familia, pero él mantuvo una serenidad y una esperanza inquebrantables. Ofreció su sufrimiento por el Papa y por la Iglesia.
La familia de Carlo, y en especial la de Rosa Pellino, ha encontrado consuelo y fortaleza en la fe. La propia Rosa lamenta no haberlo visto la última vez que viajaron a Italia.
Su esposo, Miguel Dao, también demostró una fe admirable ante una tragedia familiar previa: la muerte de su hijo Aníbal. Sus palabras en Twitter reflejaron una profunda confianza en los planes de Dios.
Un legado para la era digital
La vida de Carlo Acutis, con su genialidad para la informática, se ha convertido en un testimonio para la juventud de hoy. Utilizó sus talentos digitales para crear sitios web y documentar los milagros eucarísticos, con el objetivo de llevar el Evangelio a todos. Su historia nos recuerda que la santidad no es cosa del pasado, sino que está al alcance de cualquiera, incluso en la era de internet.
La familia de Carlo está convencida de que su legado espiritual continuará, y que su vida, dedicada a Dios, traerá bendiciones y una fe más profunda a quienes lo conozcan. Como afirma Rosa Pellino
«Carlo fue un ángel que estaba de paso para hacer el bien, influir en sus contemporáneos para traer esperanza, y dar testimonio de su fe».
Con información de Notitarde
