El poco poder adquisitivo de los habitantes de Maturín ha hecho que en las carnicerías de la ciudad, aumenten las ventas de hueso blanco y pellejo, mientras que la de carne y pollo se desplomen por su alto costo.
Encargados de estos establecimientos señalan que a pesar de que, en zonas como el Mercado Viejo, los precios de la carne y el pollo se han mantenido estables desde el mes de enero, las ventas son muy bajas. Sin embargo, la venta de pellejo y hueso blanco sí ha tenido mayor demanda.
“El bajo poder adquisitivo de la gente ha llevado a que muy poco se venda carne, muy a pesar de que desde diciembre hemos mantenido los precios casi iguales. Las personas ni siquiera compran hueso rojo que tiene un poco más de carne sino hueso blanco. Hace dos años vendíamos 20 reses en una semana, ahora no vendemos ni una porque es muy poco el consumo de proteínas de los consumidores”, manifestó la encargada de una carnicería.
Asegura que hasta la mortadela, que era uno de los rubros más vendidos anteriormente, tiene poca salida porque el dinero no alcanza a los ciudadanos, principalmente a los de sectores populares de la ciudad.
Alicia Herrera, quien es ama de casa, comentó que en su casa solo compran carne una vez al mes, pues lo que ganan no les permite que sea con más frecuencia como solía ser años atrás. Afirma que, en sustitución, opta por adquirir medio kilo de costilla o hueso rojo para al menos consumir un poco de proteína.
