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Casas destruidas, techos colapsados y familias en la calle, dejó explosión de fábrica en Zulia (Testimonios + Fotos)

En medio del desastre, los afectados ofrecieron testimonios desgarradores sobre cómo la explosión los sorprendió en sus hogares

Más de 500 familias resultaron afectadas por la explosión de la fábrica de fuegos artificiales Gallo Verde, ubicada cerca de las comunidades Unidad, Lucha y Batalla, y Ricaurte Fuenmayor I, II y III, luego de una potente detonación registrada la mañana de este jueves.

La onda expansiva causó estragos en las viviendas situadas en un radio amplio alrededor de la planta. Casas completamente destruidas, techos desprendidos, paredes agrietadas, tuberías de agua rotas, cableado eléctrico en el suelo y enseres reducidos a escombros fueron parte del sombrío panorama que se pudo constatar en el sitio.

En medio del desastre, los afectados ofrecieron testimonios desgarradores sobre cómo la explosión los sorprendió en sus hogares, algunos aún dormidos y otros iniciando sus labores cotidianas.

Fue como si hubiese estallado una bomba. No tuvimos tiempo de nada. Solo corrimos con lo que teníamos puesto”, relató una vecina de Ricaurte Fuenmayor II, cuya vivienda colapsó casi por completo.

Los destrozos alcanzaron incluso las matas de mango del sector, donde láminas de zinc quedaron incrustadas tras salir disparadas por la explosión.

El equipo reporteril de Versión Final estuvo en la zona y presenció cómo todavía se mantenían llamas activas, mientras cientos de fuegos artificiales seguían estallando sin control, dificultando las labores de extinción por parte de los cuerpos de bomberos. En el lugar pudo recabar el testimonio de los afectados.

Habitan 199 familias

Angélica Rojas, una de las afectadas añadió que cerca de la empresa habitan 199 familias, y otras 300 residen en zonas aledañas con daños significativos en sus propiedades.

Estábamos aquí como todos los días, nos paramos, estábamos descansando, viendo la televisión, cuando oímos fue la sirena de los bomberos, que fue lo que nos alertó a todos para que saliéramos. Cuando estábamos saliendo vimos fue el humo de la fábrica de cohetes, salimos a avisarle a los vecinos que estaban allá. Primero se empezó a incendiar, hubo dos explosiones uno primero, y el segundo fue fatal. En diez años que tengo aquí primera vez que veo esto”, dijo Enrique Hernández.

Richard Montes comentó que se asomó a la avenida, y “vi el humo, cuando fui a ver la gente estaba corriendo y yo salí, hubo una explosión, regresé a buscar a mi esposa y la vi metida en el agua con el sobrino mío».

“Mi esposa y los niños estaban aquí, yo estaba trabajando, cuando me vine no encontraba a los niños y no encontraba a mi esposa. Gracias a los vecinos que me resguardaron los niños, los pude encontrar y gracias a Dios todos estamos salvo, lo único es la casita que no está habitable”, relató Damar Chourio.

Gualberto Carruyo señaló que “cuando yo iba saliendo escuchamos la explosión inmensa, eso botó a uno”.

Relatos de afectados

El relato de quienes vivieron de cerca la tragedia en San Francisco revela el terror que se desató tras la explosión de la fábrica de fuegos artificiales Gallo Verde. La onda expansiva no solo destruyó viviendas, también dejó una huella de miedo en cientos de familias que intentaban escapar entre chispas, humo y escombros.

Yo estando ahí parada en el frente de la puerta la explosión me disparó contra la pared”, narró Dexabel Durán que aún no logra asimilar lo ocurrido.

Y mencionó cómo, al intentar rescatar a su hija que permanecía en el baño, la presión del viento la arrastró hasta una camioneta que terminó calcinada.

“Cuando veo que viene mi hija, agarramos y salimos. En el momento de la desesperación empiezan a llover fuegos artificiales, caen cohetes, caen mata suegras y todo eso nos estaba cayendo encima a nosotras. Las guayas empezaron a salpicar corriente, la arena empezaba a vibrar y salimos desesperadas hacia la avenida de lo que es los Yukpas”.

Richard Urdaneta, otro habitante de la comunidad “Unidad, Lucha y Batalla” resumió lo que enfrentaron sus vecinos: “Como ven ustedes aquí todo el poco de desastre en la comunidad, fuimos muchos afectados también que tuvimos que correr por nuestras vidas”.

El miedo no solo alcanzó a quienes vivían a escasos metros del lugar. A dos kilómetros de distancia, Jesús Ramírez sintió el impacto con fuerza. “Los vidrios de las ventanas de mi casa se reventaron. Después de la explosión dejé a mi familia resguardada y me dirigí hasta el sitio. En cuestión de momentos los bomberos sacaron alrededor de cincuenta personas”.

Las cifras que mencionan los propios afectados dan cuenta de la magnitud de la tragedia: “Hay muchas familias que estaban alrededor, unas quinientas familias cercanas” comentó Angélica Rojas.

Los testimonios se multiplican en medio de las ruinas de la empresa calcinada, donde lo que antes eran techos, paredes y hogares ahora son recuerdos entre cenizas y escombros.

Vía Versión Final

Noelis Idrogo

Periodista en La Prensa de Monagas

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