Cuando se trata de la cena es fundamental tener en cuenta la recomendación de los expertos, quienes subrayan la importancia de tener un espacio entre la última ingesta del día con la hora de descanso.
Este tiempo evita complicaciones y ayuda a contrarrestar enfermedades como la hipertensión y la diabetes. Además de reducir la obesidad y prevenir distintas enfermedades, esta rutina alimenticia puede incidir positivamente en el cuerpo.
En primer lugar puede mejorar la calidad del sueño, debido a que cenar temprano evitará que el organismo tenga que seguir trabajando para asimilar los alimentos mientras se duerme. Las preparaciones deben ser ligeras y variadas, con componentes llenos de vegetales y proteínas de calidad, frutas, agua y fibra.
Comer ligero y temprano es beneficioso
No es recomendable una cena pesada. Es importante elegir para la última comida del día alimentos de fácil digestión, como ensaladas, cremas frías o calientes, huevos, pescado o carnes blancas.
En cuanto a las porciones, los platos de la cena deben estar distribuidas de manera adecuada, y no debe caerse en el exceso. Lo más importante es que la elección de los alimentos sea proporcional, rica en nutrientes, baja en energía y macronutrientes únicos, y evitar sobre todo las grandes comidas mixtas en los horarios nocturnos.
Lo ideal es que la cena haga por lo menos tres horas antes de dormir. Según los expertos esta puede ser la clave para evitar muchos problemas digestivos y metabólicos.
Llevar a cabo la recomendación de cenar temprano y esperar un tiempo prudencial antes de irse a descansar podría ayudar significativamente a no ganar peso, además de controlar enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad.
Con información de 800Noticias.