
El Ministerio de Seguridad de Estado de China ha respondido a las recientes acusaciones de espionaje lanzadas por el gobierno de Australia. Beijing calificó los señalamientos como «infundados» y, a su vez, acusó a los servicios de inteligencia australianos de realizar operaciones encubiertas dentro del territorio chino.
La polémica entre las naciones
La declaración china surge como respuesta a un discurso del director de la Organización Australiana de Inteligencia y Seguridad (ASIO), Mike Burgess. El pasado 31 de julio, Burgess afirmó que China era uno de los tres países principales que espiaban a Australia. En su intervención, señaló que en los últimos tres años se habían frustrado 24 operaciones de espionaje e injerencia extranjera.
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Por su parte, el Ministerio de Seguridad de China desestimó estas afirmaciones, calificando a las agencias australianas como «víctimas inocentes en acusaciones infundadas de amenaza de espionaje chino».
Además, revelaron que las agencias de seguridad chinas han desmantelado «con éxito» varios casos de espionaje instigados por la inteligencia australiana, defendiendo así la soberanía y seguridad del país.
Este intercambio de acusaciones refleja el aumento de las tensiones diplomáticas entre ambos países.
Con información de VTV