
La ceremonia de cierre del féretro con el cuerpo del difunto Papa Francisco comenzó este viernes en la basílica de San Pedro, en vísperas de su funeral, presidido por el cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrell.
La ceremonia, en la que se leerá el «rogito», un acta con su vida y obra, y se preparará el féretro, dio inicio a las 08.00 de la noche (hora local) de forma privada, después de que se cerrara al público la capilla ardiente.
La mañana de este sábado tendrá lugar el funeral del pontífice argentino en la Plaza de San Pedro del Vaticano y, posteriormente, su féretro será trasladado en cortejo fúnebre a la basílica de Santa María la Mayor, donde recibirá sepultura.
El maestro de las Celebraciones Litúrgicas, Diego Ravelli, leyó el acta, cuyos ejemplares fueron firmados por algunos de los presentes, entre los cuales se hallan los cardenales Giovanni Battista Re, que oficiará el funeral mañana; Pietro Parolin, secretario de Estado; y Mauro Gambetti, arcipreste de la basílica.
Ceremonia celebrada en estricta privacidad
En la ceremonia, celebrada en estricta privacidad, tras un rezo en silencio y una oración adicional del celebrante, el maestro de ceremonias coloca un velo de seda blanca sobre el rostro del Papa fallecido, y el celebrante rocía el cuerpo con agua bendita.
Posteriormente, el maestro coloca en el ataúd la bolsa con las monedas y medallas acuñadas durante el pontificado y el tubo con el acta o «rogito», después de haber sellado el documento con el sello de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas.
A continuación, se coloca la tapa de zinc del ataúd, sobre la cual se encuentran la cruz, el escudo del papa fallecido y la placa con su nombre, la duración de su vida y de su papado.
El ataúd se sella y se imprimen los sellos del cardenal camarlengo, de la Prefectura de la Casa Pontificia, de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias y del Capítulo Vaticano. Finalmente, se cierra el féretro de madera, cuya tapa tiene la cruz y el escudo del Papa fallecido.
Vía Globovisión