
Este miércoles 22 de febrero, la iglesia católica de Maturín dio inicio al tiempo litúrgico de Cuaresma con la celebración de la Misa de Cenizas en el Hospital Universitario “Dr. Manuel Núñez Tovar, con la participación de pacientes, familiares, personal médico y de enfermería.
Este encuentro es un signo de que la mano de Dios sigue presente en las vidas de quienes se encuentran recluidos y acompañando en el centro de salud, así como en los profesionales de la salud que velan por el bienestar de estas personas.
La actividad religiosa fue presidida por el sacerdote Jesús Echezuría, reflexionando sobre la importancia de vivir sin desenfrenos.

«Este tiempo es de recogimiento. El Señor para poder accionar su gracia, el humano debe desgarrar su corazón porque si está cerrado no entra nada», expresó el presbítero durante su homilía.
Asimismo añadió que «en un corazón soberbio donde no entra ni un consejo es por que que debemos tener desgarrado el corazón, con dolor de haber reconocido que se ha ofendido a Dios».
Seguidamente, el sacerdote pronunció las palabras «arrepiéntete y cree en el Evangelio», para colocar sobre los presentes la Cruz con ceniza, en señal también que al polvo volveremos pero con un corazón dispuesto de servirle a Dios.
A la par, en todas las iglesias católicas de la entidad se celebró esta misa, que da inicio a los cuarenta días de ayuno y oración, para luego recordar la pasión y muerte de Jesucristo.