La cáscara del huevo es mucho más que un simple residuo; contiene propiedades y nutrientes que la hacen ser útil para muchas cosas. Son ricas en calcio, contienen magnesio, fósforo, selenio y zinc, y su membrana interna es rica en colágeno.
En la salud, por ejemplo, los expertos recomiendan consumir la cáscara del huevo, ya que por sus propiedades fortalece los dientes y huesos, favorece las articulaciones evitando dolores al aportar salud al cartílago, fortalece el sistema inmunológico y brinda colágeno para la piel y el cabello.
¿Cómo consumir la cáscara de huevo?
Lave la cáscara y déjela secar, pásela por la licuadora o algún triturador que lo disuelva hasta dejar solo polvo, y este polvo puede añadirlo a las bebidas o alimentos cada cierto tiempo.
Pero este no es el único uso que puedes darles, pues las cáscaras de huevo son un excelente y económico abono natural para las plantas, pues el calcio fortalece las raíces, haciendo que crezcan mucho más fuertes.
¿Cómo usarlas para abono?
Lave y deje secar las cáscaras al sol para luego triturarlas. Las va a triturar igualmente; esta vez va a añadir café en polvo y arroz crudo. 20 cáscaras de huevo deberán ser complementadas con 1 cucharada de arroz y dos de café. Una vez obtenido el polvo, lo deja macerando con agua por un día o dos.
Trate sus plantas como de costumbre y agregue el abono; observará cambios notorios como frutos más grandes y hojas más verdes.
Es importante no excederse con la cantidad o la frecuencia, pues el exceso de calcio puede bloquear la absorción de otros nutrientes.
Vía Diario 2001