
La diabetes es una enfermedad metabólica crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo, caracterizada por niveles elevados de azúcar en la sangre debido a la insuficiente producción o acción de insulina. Tradicionalmente, se ha dividido la diabetes en tipo 1 y tipo 2, donde la primera es de origen autoinmune y la segunda está estrechamente relacionada con factores de estilo de vida, entre ellos, el consumo excesivo de azúcares.
La diabetes tipo 2 representa aproximadamente el 90 % de los casos y se asocia con resistencia a la insulina y una deficiente regulación del metabolismo de la glucosa. En 2023, la diabetes fue responsable de aproximadamente 1,5 millones de muertes a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y se prevé que estas cifras continúen en aumento si no se adoptan medidas preventivas efectivas. Esta enfermedad puede causar complicaciones severas, tales como enfermedad cardiovascular, insuficiencia renal crónica, neuropatías, amputaciones y ceguera.
El exceso de azúcar en la dieta no solo contribuye al desarrollo de la obesidad, un factor de riesgo conocido para la diabetes tipo 2, sino que también puede causar daños directos en órganos y vasos sanguíneos, aumentando el riesgo de estas complicaciones graves.
Recientemente, se ha propuesto el concepto de «diabetes tipo 3» para referirse a una posible resistencia a la insulina en el cerebro, vinculada a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Este término refleja la creciente evidencia científica que sugiere que la alteración en el metabolismo cerebral de la glucosa y la insulina puede influir en el desarrollo de trastornos cognitivos, aunque es importante destacar que esta clasificación no está oficialmente reconocida y aún requiere más estudios para su validación.
La prevención y el control efectivo de la diabetes en todas sus formas pasan por una alimentación equilibrada, baja en azúcares simples, actividad física regular y control médico continuo. Es fundamental aumentar la conciencia pública sobre los riesgos del consumo excesivo de azúcar y su relación con estas enfermedades.
Para el manejo adecuado, se recomienda un enfoque multidisciplinario que incluya cambios en el estilo de vida, educación en salud y seguimiento clínico riguroso, con el fin de reducir la incidencia y mejorar la calidad de vida de quienes viven con diabetes.
Mayor información visita el Instagram @biohlab.pharma @doctorinnova