
La Dra. Sol Alcalá explica que cuando hablamos de ortodoncia, muchas personas piensan en adolescentes o adultos que llevan brackets para corregir la posición de sus dientes, sin embargo, la ortodoncia preventiva e interceptiva es una etapa fundamental que muchas veces pasa desapercibida, y es precisamente en la infancia donde podemos hacer una gran diferencia en la salud bucal de nuestros niños.
Como odontóloga, siempre insisto a los padres en la importancia de llevar a sus hijos a consulta desde muy pequeños, incluso antes de que todos los dientes definitivos hayan salido. ¿Por qué? Porque la boca de los niños está en constante crecimiento y desarrollo, y es en esta etapa cuando podemos detectar y corregir problemas que, si se dejan pasar, pueden complicarse mucho más en el futuro.
La ortodoncia preventiva e interceptiva se encarga de identificar y tratar a tiempo alteraciones en la mordida, el crecimiento de los maxilares o hábitos que afectan la posición de los dientes, como chuparse el dedo o respirar por la boca. Atender estos problemas desde pequeños no solo evita tratamientos largos y costosos en la adultez, sino que también mejora la función masticatoria, la respiración y, por supuesto, la estética de la sonrisa, lo que contribuye a la autoestima de los niños.
Además, cuando intervenimos a tiempo, podemos guiar el crecimiento de los huesos y hacer que los dientes tengan el espacio correcto para salir, evitando apiñamientos o la necesidad de extracciones más adelante.
Entonces, ¿cuál es la edad ideal para llevar a los niños a su primera consulta con el ortodoncista? La recomendación general es que sea alrededor de los 6 o 7 años, cuando comienzan a salir los primeros dientes permanentes. En esta etapa, el especialista puede evaluar cómo están creciendo los maxilares y detectar cualquier problema que requiera atención. Por supuesto, si hay señales visibles antes, como dificultades para morder, respiración por la boca o hábitos dañinos, es importante acudir desde una etapa temprana.
Cuidar la sonrisa desde la infancia es clave para una sonrisa fuerte, alineada y llena de confianza y esto comienza con una atención adecuada en el momento justo.
Vía | Nota de prensa