
Un año antes de la Copa del Mundo de Estados Unidos, Canadá y México, Los Ángeles, la ciudad anfitriona, está inmersa en protestas relacionadas con la deportación de mexicanos y otras minorías. Mientras tanto, una guerra comercial en constante evolución amenaza las relaciones entre los tres anfitriones, y es probable que la prohibición de viajar impida a algunos aficionados asistir.
Es dificil predecir al presidente estadounidense Donald Trump. Aun así, las selecciones nacionales deben empezar a planificar uno de los mayores acontecimientos deportivos.
Las actuales protestas son un problema de seguridad para el Mundial de Clubes en Estados Unidos, donde el campeón Europeo, Paris Saint-Germain, se enfrentará al Atlético de Madrid en Los Angeles. Los Ángeles también acogerá el primer partido de la Copa del Mundo.
La prohibición de viajes de Trump, niega la entrada a Estados Unidos a ciudadanos de 12 países como Afganistán, Myanmar, Chad, Congo, Haití, Irán, entre otros. Además, la restringe para otros siete.
Según el secretario de Estado, se hizo una excepción para «cualquier atleta o miembro de un equipo deportivo, incluidos entrenadores, personas que desempeñen un papel de apoyo necesario y familiares directos, que viajen para la Copa del Mundo, los Juegos Olímpicos u otro evento deportivo importante», pero no para los aficionados.
Irán ya se ha clasificado para la Copa del Mundo, pero sus aficionados no podrán viajar a Estados Unidos para apoyar al equipo.

Trump ve una oportunidad en el deporte
Según Andrew Zimbalist, profesor de economía del Smith College y autor de «Circus Maximus: La apuesta económica detrás de la organización de los Juegos Olímpicos y la Copa del Mundo», es probable que Trump tenga en mente ofrecer un buen espectáculo para mejorar su reputación.
«El señor Trump ha mostrado disposición cuando hay presión. Además, creo que a Trump le importa. Es aficionado a los deportes. Le importa su imagen internacional. Le importa la atención que recibirá cuando se celebren el Mundial de Clubes en 2025 y el Mundial de verdad en 2026. Se trata de oportunidades para Trump para tomarse fotos y disfrutar de la gloria del juego», dijo a DW antes de que estallaran las protestas en Los Ángeles.
Canadá y México, coanfitriones del Mundial, fueron ―junto con China― los primeros países en el punto de mira de la guerra arancelaria que comenzó poco después de que Trump asumiera el cargo. Pero Zimbalist no prevé que el malestar a nivel gubernamental tenga un impacto significativo en el torneo.
También cree que los relativamente nuevos líderes de México y Canadá, no permitirán que sus países queden marginados por Trump: «Tanto con Carney en Canadá como con Sheinbaum en México, se ha encontrado con su verdadero enemigo. Estos líderes no se inclinan ante él, y ambos son muy inteligentes, muy bien preparados y populares en sus países ahora mismo».
La afición mexicana, indecisa sobre el viaje
Sin embargo, para los aficionados mexicanos en particular, viajar a Estados Unidos para la Copa Mundial, es un asunto delicado. «No tengo miedo de ir a Estados Unidos, pero es como ir a casa de otra persona, donde no eres bienvenido», resume Alan, un aficionado del Pachuca, antes de que su club participe en la Copa de Clubes.
Otros aficionados del Pachuca se quejaron de que importantes retrasos en la tramitación de visados les habrían impedido viajar para apoyar a su equipo, incluso sin los actuales problemas de seguridad.
La demanda y el interés por la Copa Mundial estarán en un nivel diferente al de la renovada Copa Mundial de Clubes, que ha resultado controvertida para algunos sectores.Habrá hinchas de Canadá y México en las gradas, que quizás se llenen. No obstante, las relaciones políticas tendrán cierto impacto en los aficionados.
Canadá y México, más capaces de enfrentarse a Trump
Aunque los canadienses no son protagonistas de los acontecimientos actuales en Los Ángeles, Canadá ha estado en desacuerdo con la administración Trump. El himno nacional estadounidense ha sido abucheado en partidos de hockey en Canadá, y la sorprendente elección de Carney se atribuyó en parte a su voluntad de enfrentar tanto a Trump como a su plan de convertir a Canadá en el estado número 51 de EE. UU.
Tras haberme reunido con los propietarios de Canadá durante la campaña en los últimos meses, no está en venta. No estará en venta nunca», dijo Carney a Trump cuando ambos se reunieron en mayo, en un encuentro que, por lo demás, fue relativamente cordial.
Para quienes esperan planificar una visita al Mundial o participar en él, juzgar el ambiente político y las implicaciones de los cambios en él se ha convertido en algo tan importante como esperar los resultados de la fase de clasificación.
«Si Sheinbaum se vuelve un poco más agresiva de lo que Trump quiere que sea, o desafía algunas de las medidas migratorias de Trump, él podría decir: ‘¿Sabes qué? Puede que no deje que México participe en la Copa del Mundo'», prevé Zimbalist.
El Mundial de Clubes 2025 que comienza este sábado es percibido por algunos como una prueba de la preparación del país para albergar el Mundial 2026. Pero cualquier desarrollo o deterioro de las relaciones entre los tres coanfitriones será decisivo para el éxito del torneo del año que viene.
Vía DW