
El Tribunal Supremo de Estados Unidos levantó este lunes 7 de abril la orden de un tribunal federal que bloqueaba las deportaciones sumarias de venezolanos por parte del Gobierno de Estados Unidos bajo la ley de Enemigos Extranjeros de 1798.
La decisión es una victoria para la administración del presidente Donald Trump y significa que desde el gobierno se podría continuar deportando a inmigrantes de dicho país basándose en la ley de poderes que solo se había usado en tiempos de guerra.
Estas acciones se dieron luego que, desde el Ejecutivo, se presentara un recurso de emergencia al máximo tribunal estadounidense tras el fallo de una corte del circuito federal de apelaciones, la cual mantuvo en vigor el bloqueo temporal de la normativa impuesto el pasado 15 de marzo por el juez James Boasberg, con sede en Washington.
El medio internacional New York Post destacó que los jueces no abordaron la cuestión de si la administración Trump clasificó incorrectamente a los venezolanos como ‘deportables’ bajo la Ley de Enemigos Extranjeros. La votación se centró, de hecho, en qué lugar era el adecuado para llevar a cabo los casos y el bloqueo de los mismos.
«Los detenidos están confinados en Texas, por lo que la jurisdicción es inadecuada en el Distrito de Columbia», se añadió en la orden del tribunal, la cual fue descrita como breve y sin firma.
Al respecto, se determinó que las impugnaciones y la batalla legal contra su deportación se debe presentar en el estado de Texas, donde estaban detenidos, y no en un tribunal del Distrito de Columbia.
La orden del juez fue levantada con cinco votos a favor y cuatro en contra y anotó, de igual forma, que los migrantes detenidos y sujetos a órdenes de expulsión tienen derecho a ser notificados y a la oportunidad de impugnar su deportación con «un tiempo razonable».
Por su parte, el gobierno de EE.UU. argumentaba en su recurso que esta es una cuestión de seguridad nacional demasiado urgente como para ser resuelta en tribunales de menor instancia y dejó claro que la competencia sobre el tema recae de manera indudable sobre el presidente.
Con información de El Tiempo