Se suponía que sería una madrugada serena para la familia Villahermosa Marcano, como ya estaban acostumbrados; dormir tranquilamente, descansar sus cuerpos y levantarse la mañana siguiente, bien sea porque el reloj sonó o porque se asomaba la luz del sol; no despertarse sobresaltados, angustiados y desesperados, queriendo hacer mucho y poder hacer poco. Necesitaban salvar sus vidas, pues, los esperaba una semana llena de oportunidades, de retos y de desafíos. Tenían que seguir consintiendo paladares. Los clientes los esperaban.
15 de agosto
Todos dormían. Era la madrugada del lunes 15 de agosto del 2022, pero a las 3:00 am, un olor extraño despertó a Oriana, la hija menor de Baudilio Villahermosa y de Beatriz Marcano. El hedor era desagradable y asfixiaba, por lo que inmediatamente abrió la puerta del cuarto para saber qué ocurría, cuando vio que un fuego consumía parte de la sala y del frente de la casa número 13, que hoy está en ruinas, ubicada en la avenida 6, de la urbanización Las Garzas, parroquia Santa Cruz, del municipio Maturín, capital del estado Monagas, al oriente del país.
Inmediatamente, fue a la otra habitación donde estaba su papá y lo alertó de lo que estaba aconteciendo en la vivienda que, con esfuerzo, pudo construir para el bienestar de su familia, una residencia cómoda y acogedora.
El señor de 63 años de edad, corrió a la parte delantera, pudiendo solo abrir la puerta de la sala, pero la del frente le fue imposible, el incendio se lo impedía, mientras que las llamas rozaban parte de su espalda.
A su vez, gritos ensordecedores acompañaban la terrible escena que tuvo repercusión no solo regional, sino también nacional.
En otros dos cuartos estaban Beatriz, de 55 años; su hija Oliannys Villahermosa, de 33; su hijo Francisco Villahermosa, de 32, y sus nietas Olga Guzmán, de 6; Mariana Villahermosa y Olivia De la Mónica, de 11 meses.
Sin embargo, cuando Beatriz abrió la puerta para salir, el fuego no se lo permitió, no quedándole otra opción que quedarse encerrada en la habitación, mientras que las llamas continuaban devorando todo lo que encontraba a su paso.
Baudilio recuerda que los llamados de auxilio alertaron a los vecinos, quienes se unieron para tratar de sofocar el incendio que ya era visible en toda la calle.
Él, en medio del humo consiguió la otra llave de la puerta trasera, pues, en el pequeño patio hay una escalera que lleva al techo de la casa y colinda con la vivienda de al lado. Por ahí pudo salir junto a Francisco, Mariana y Olga. Oriana también, pero minutos después, pues, sufrió un desmayo antes de subir.
Los segundos corrían rápidamente, pero no más que el fuego. Un vecino que tiene un camión cisterna prestó el apoyo, pero el agua no fue suficiente para al menos controlar el siniestro.
El Cuerpo de Bomberos también fue notificado del hecho, cuyos funcionarios llegaron pasadas las 5:00 de la mañana y denuncian los testigos que se apersonaron con pocos implementos de prevención y seguridad.
La niña Mariana, Olga, Francisco y Oriana, fueron los primeros en ser trasladados hasta el Hospital Universitario “Dr. Manuel Núñez Tovar” (Humnt), primer centro asistencial de Monagas, pero que no tiene una Unidad de Quemados; solo un espacio ‘habilitado’ en el área de Emergencias. Tampoco cuenta con insumos para tratar a pacientes con este tipo de heridas, por lo que familiares, amigos y conocidos de las víctimas, iniciaron una campaña solidaria para colectar medicamentos; una situación similar a la registrada el pasado 28 de diciembre de 2020, cuando la explosión de unas bombonas de gas en Caño Los Becerros, municipio Piar, dejó nueve muertos, entre ellos cuatro menores de edad y 45 heridos, muchos de ellos, remitidos hasta el estado Bolívar para que fueran atendidos.
Las quemaduras de segundo grado en más del 25 % de la superficie corporal en una persona adulta ameritan ser atendidas en una unidad de quemados o unidad de caumatología, según advierte la clasificación de la Asociación Estadounidense de Quemaduras (ABA por sus siglas en inglés). En Venezuela, sin embargo, existe una falla estructural de estos servicios, refiere en su portal web Crónica Uno.
Primeros fallecidos
Envueltas en sábanas, asfixiadas, con quemaduras en sus cuerpos inertes, fueron sacadas de su casa, Beatriz, Oliannys y Olivia. Ellas murieron de manera instantánea. Especialistas en Administración de Desastres señalan que tal vez fallecieron no por las heridas provocadas por el fuego, sino ahogadas por el humo que también contiene químicos tóxicos producidos por una sustancia que arde, dañando inmediatamentelos pulmones o envenenar el organismo.
Baudilio expresa que herido y en medio de su desesperación, parado frente a su casa, se imaginaba que ya su esposa, su hija y su nieta estaban sin vida, pues, los efectivos bomberiles tardaron mucho en sacarlas de la vivienda.
Horas después, pasadas las 11:00 de la mañana, se supo de la muerte de la niña Olga Beatriz Guzmán.
Las fallecidas fueron veladas en una funeraria ubicada entre los sectores Negro Primero y 23 de Enero, dándole cristiana sepultura la tarde del martes 16 de agosto, por su parte, Baudilio, Oriana y Francisco, estuvieron tres días recluidos en el recinto hospitalario. La estadía de Mariana en el centro de salud fue un poco más extensa por la magnitud de sus heridas.
¿Qué provocó el incendio?
Las causas que provocaron este accidente nunca fueron precisadas por las autoridades pertinentes. Solo se conoce solo la versión del señor Baudilio y de sus vecinos.
Ellos explican que cerca de la casa hay unos árboles frondosos, los cuales hacían contacto con unas guayas de alta tensión, ocasionando el desprendimiento de una de ellas. Baudilio refiere que el cable de acero cayó sobre el techo, generando el incendio por toda la residencia.
Ese día del siniestro, al menos cinco calles de ese urbanismo pasaron más de 72 horas sin energía eléctrica, supuestamente, por una falla del banco de transformadores de ese sector.
Una de las personas perjudicadas, quien prefirió no identificarse, contó en aquel momento a El Sol de Oriente que fueron más de 50 familias las que se vieron afectadas por esta situación.
“Son más de 50 familias que se vieron afectadas con la ida de la energía eléctrica en Las Garzas, no es justo que la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), haya venido mucho tiempo después. Tuvimos que resolver por nuestra propia cuenta, porque las autoridades, bien gracias, aquí en la comunidad estamos de mal en peor”, denunciaron.
Casa en ruinas
En la casa de la familia Villahermosa Marcano no queda nada. Solo la fachada. En la sala está el señor Baudilio, el jefe de hogar, pues, aunque la residencia no está habitable, él va todos los días a “darle una vuelta”, como lo hizo el pasado viernes 9 de diciembre.
Basta con solo ver las paredes con manchas negras y escombros en el suelo para entender que necesitan asistencia, pero, a cuatro meses de la tragedia, no la han recibido.
El martes 16 de agosto, el Gobernador del estado Monagas, Ernesto Luna, desde su programa radial “Conectados con Ernesto”, indicó que un equipo de su Gobierno atendía a las víctimas, garantizándoles asistencia médica y entrega de medicamentos, acción que los afectados agradecen, sin embargo, el apoyo que con urgencia necesitan no ha llegado: La rehabilitación de la casa o una nueva.
“No pedimos una mansión, pero sí necesitamos que nos ayuden a rehabilitar nuestra casa o una nueva para vivir con mis dos hijos y mi nieta que sobrevivieron como yo el incendio”, indica Baudilio Villahermosa.
El señor refiere que una vez que fue dado de alta junto a sus parientes, se hospedaron en una residencia de Viento Colao, luego en Barrio Libertador y actualmente residen en el sector La Puente.
“Estamos viviendo en la casa de una cuñada que nos habilitó un cuarto y ahí estamos todos ‘acomodados’”, asevera.
Betty Bakers florece
El 12 de octubre Betty Bakers volvió a florecer. Así se llama la marca de la familia Villahermosa Marcano. En su cuenta de Instagram @Betybakers, dio a conocer que ya se encuentran operativos con tortas, dulces y pasapalos, con la premisa de siempre: seguir complaciendo paladares, adaptándose al presupuesto de los clientes.
Oriana, una guerrera
Oriana se encuentra en proceso de restauración. Como dicen por ahí “le está metiendo el pecho a la vida”. Ha retomado la repostería a través de un crédito que obtuvo por el Fondo de Emprendedores del estado Monagas. Su papá Baudilio habla de ella con orgullo.
“Mi hija Oriana sobrevivió a este hecho y es una muchacha valiente. Con 27 años es el sostén de la casa ahorita. El bastón del hogar. No sé cómo hace para sacar fuerzas, trabajar, atendernos, hace mil cosas a la vez”, manifiesta el señor Villahermosa, quien actualmente se encarga de hacer la entrega de los pedidos de Betty Bakers.
