El síndrome del nido vacío es una reacción emocional común que experimentan los padres cuando sus hijos abandonan el hogar, ya sea para estudiar o independizarse. La licenciada en Psicología y Magister Alejandra Bruzzo, de Fundación Aiglé, afirmó que se manifiesta mediante tristeza, nostalgia y ansiedad.
Aunque afecta tanto a madres como a padres, sus efectos varían según el vínculo de pareja y pueden verse intensificados por otros factores de la vida, como la jubilación y la menopausia. Los especialistas sugieren ver esta etapa como una oportunidad de crecimiento y redescubrir intereses personales.
Consejos para afrontar el síndrome del nido vacío:
1. Aceptar y reconocer las emociones: “Considerar que es una transición natural y es sumamente válido tener sentimientos de tristeza, vacío o nostalgia en lugar de reprimirlos”, expresó Bruzzo.
2. Redefinir la relación con los hijos: “Aprender a disfrutar de tener una nueva relación con ellos como adultos, sin invadir su espacio, ayuda a reforzar los lazos de una manera diferente”, señaló Bruzzo.
3. Redescubrir intereses y pasatiempos: “El nido vacío ofrece tiempo libre que antes estaba destinado a los hijos. Se pueden retomar hobbies, aprender nuevas habilidades, o dedicarse a proyectos personales que se habían postergado. Dedicarse a uno mismo y fortalecer las amistades o hacer nuevas pueden ser las claves para no aislarse, al participar en grupos de interés, clubes o comunidades” recomendó Bruzzo.
4. Fomentar la relación de pareja: “Si se tiene pareja, este puede ser un buen momento para fortalecer la relación, reconectarse y disfrutar del tiempo juntos sin las responsabilidades de la crianza, realizando actividades compartidas, viajes o tiempo de calidad”.
5. Buscar apoyo emocional: “Hablar de los sentimientos con amigos, familiares o incluso con un terapeuta puede ayudar a procesar las emociones y obtener herramientas para lidiar con el cambio”, afirmó Bruzzo.
Finalmente, concluyó: “Aunque es un momento de cambio, es también una etapa de oportunidades. Ver este periodo como una fase de crecimiento personal y familiar puede ayudar a adoptar una perspectiva más optimista y resiliente”.
Vía NT.