
Los habitantes del sector San Agustín, ubicado en la parroquia La Pica de Maturín, viven en un estado de zozobra debido a los más de siete robos registrados en lo que va del año 2025.
María López, una vecina del sector, relata que su hogar también fue objeto de un intento de robo. Sin embargo, gracias a la buena seguridad de su puerta, los delincuentes no lograron ingresar.
“Le cayeron a patadas a mi puerta. Vivo con mi hijo y nos quedamos tranquilos, simplemente pidiéndole a Dios que no se metieran en nuestra casa. Después de un tiempo de lucha, vieron que no podían y se marcharon”, comentó.
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Asimismo, López destaca que muchos de sus vecinos han sido despojados incluso hasta de toda su ropa; los delincuentes entran a las casas y amarran a las personas para llevarse todo lo que encuentran. Agradece que, a pesar de estas graves situaciones, hasta ahora nadie ha perdido la vida en el vecindario.




Siete robos se han registrado en la zona
Los residentes de San Agustín indican que los delincuentes portan armas como pistolas, cuchillos e incluso granadas.
“Mis vecinos que han sido víctimas mencionan que los han amenazado con granadas. Esta semana hubo dos robos, sumando alrededor de siete en lo que va del año. Recientemente, entraron en la casa de una vecina embarazada que vive sola con su hija y le robaron todo. Es lamentable porque en estos casos estamos expuestos a situaciones aún más graves”, agregó.
Daniel González, otro residente y víctima de estos robos, relató cómo hace siete días, a las 4:00 de la mañana, siete hombres irrumpieron en su casa. Lo amarraron y se llevaron todas sus pertenencias: electrodomésticos, ropa y documentos.
“Estaba dormido cuando escuché el ruido al romper la puerta del patio. Cuando desperté, ya estaban los antisociales en mi cuarto. Me amarraron y me apuntaron con un arma blanca en la costilla y una pistola en la cabeza. Vi cómo sacaban todas mis cosas: las bombonas de gas, la nevera, la cocina, la lavadora y mis herramientas como herrero”, contó.
González añadió que después de que los delincuentes se marcharon, logró desatarse los pies y pidió ayuda a sus vecinos. Intentaron llevarse su moto también, pero no pudieron y la dejaron abandonada en medio de la carretera.
Solicitan construcción de módulo policial
Los afectados viven en un estado constante de angustia; no pueden dormir tranquilos y lamentan que los miembros del consejo comunal no se han acercado para brindarles apoyo tras estos incidentes.
Ante esta situación, los residentes piden urgentemente la construcción de un módulo policial activo las 24 horas, ya que los robos suelen ocurrir entre las 3:00 y las 4:00 de la madrugada. La inseguridad se ha intensificado en la zona y sienten que no cuentan con ningún respaldo por parte de los jueces de paz.
Ivette Sánchez, otra vecina, hizo un llamado en nombre de toda la comunidad para solicitar atención inmediata a los organismos de seguridad del estado. Expresa su temor por la vida de sus vecinos e hizo hincapié en el impacto que esta situación tiene sobre los niños.


“La situación es alarmante. Tengo hijos pequeños y me siento muy nerviosa por las noches. Estoy muy preocupada; por favor pido que realicen patrullajes nocturnos porque es durante esas horas cuando comienzan los robos. Todos estamos traumatizados”.
Fotos/Juan Goitía