Los residentes de los urbanismos La Gran Victoria, El Samán, Los Apamates y Guanaguaney, de Maturín, manifiestan su profunda preocupación ante el incremento de hechos delictivos que mantienen en zozobra a estas comunidades del oeste de la ciudad.
Según los testimonios de los afectados, el punto más crítico se encuentra en la vía que conecta a Los Iraníes con Guanaguaney, donde la oscuridad y la falta de mantenimiento de las áreas verdes son aprovechadas por los delincuentes.
Dilan Ruiz, habitante de la zona, explicó que los delincuentes han implementado un peligroso modus operandi para asaltar a quienes transitan por el lugar, especialmente, durante la noche.
«Los sujetos se esconden entre los matorrales y lanzan piedras a los vehículos para obligarlos a detenerse y robar a los conductores. A quienes pasan caminando los interceptan con armas para despojarlos de sus pertenencias. Recientemente, un vecino que regresaba de su trabajo fue víctima del robo de su teléfono móvil», relató Ruiz.
Asimismo, Rubén Andrade, otro vecino preocupado por la situación, destacó que es necesario que se mantenga un patrullaje constantemente por esa zona, en especial, durante la época decembrina, que es cuando más se ha intensifica la delincuencia.
Ante este escenario, la comunidad hace un llamado urgente a los cuerpos de seguridad del estado Monagas para que activen dispositivos de patrullaje constante. Los residentes insisten en que la vigilancia debe ser prioritaria en los horarios de entrada y salida laboral para garantizar la integridad de las familias que hacen vida en estos cuatro urbanismos.
