Un nuevo estudio ha descubierto que, a medida que fluctúan los niveles de estrógeno en las mujeres con migraña, también fluctúan sus niveles de la proteína péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP), que desempeña un papel clave en el inicio del proceso de la migraña, según publican en la edición en línea de ‘Neurology’, la revista médica de la Academia Americana de Neurología.
«Este elevado nivel de CGRP tras las fluctuaciones hormonales podría ayudar a explicar por qué los ataques de migraña son más probables durante la menstruación y por qué los ataques de migraña disminuyen gradualmente después de la menopausia –explica la autora del estudio Bianca Raffaelli, de Charité- Universitätsmedizin Berlin (Alemania)–. Estos resultados deben confirmarse con estudios más amplios, pero tenemos la esperanza de que nos ayuden a comprender mejor el proceso de la migraña».
En el estudio participaron tres grupos de mujeres con migraña episódica. Todas tuvieron al menos tres días con migraña en el mes anterior al estudio. Los grupos eran las que tenían un ciclo menstrual regular, las que tomaban anticonceptivos orales y las que habían pasado por la menopausia. Cada grupo se comparó con un grupo de participantes femeninas de edades similares que no padecían migraña. Cada grupo tenía 30 personas, para un total de 180.
Los investigadores recogieron sangre y líquido lagrimal para determinar los niveles de CGRP. En las mujeres con ciclos menstruales regulares, las muestras se tomaron durante la menstruación, cuando los niveles de estrógeno son bajos, y en torno al momento de la ovulación, cuando los niveles son más altos.
En las que tomaban anticonceptivos orales, las muestras se tomaron durante el periodo sin hormonas y durante el periodo con hormonas. A las participantes posmenopáusicas se les tomaron muestras una vez en un momento aleatorio.
El estudio descubrió que las participantes con migraña y un ciclo menstrual regular tenían concentraciones de CGRP más elevadas durante la menstruación que las que no padecían migraña. Las que padecían migraña tenían unos niveles en sangre de 5,95 picogramos por mililitro (pg/ml), frente a los 4,61 pg/ml de las que no padecían migraña. En cuanto al líquido lagrimal, las migrañosas tenían 1,20 nanogramos por mililitro (ng/ml), frente a los 0,4 ng/ml de las no migrañosas.
Por el contrario, las mujeres que tomaban anticonceptivos orales y las que se encontraban en la posmenopausia presentaban niveles similares de CGRP en los grupos con migraña y sin migraña.
«El estudio también sugiere que la medición de los niveles de CGRP a través del líquido lagrimal es factible y justifica una mayor investigación, ya que la medición precisa en la sangre es un reto debido a su vida media muy corta –señala Raffaelli–. Este método aún es exploratorio, pero no es invasivo».
Raffaelli añade que, aunque los niveles hormonales se tomaron en torno al momento de la ovulación, es posible que no se tomaran exactamente el día de la ovulación, por lo que las fluctuaciones en los niveles de estrógeno pueden no estar totalmente reflejadas.
Vía 800N.