De acuerdo con las cifras que desde 2017 ha publicado la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en promedio más de 1.100.000 venezolanos anualmente abandonan el país. Según investigadores en migración, el motor principal de este éxodo es la crisis económica. Los criollos emigran en situación de vulnerabilidad porque en Venezuela los sueldos no permiten adquirir la canasta alimentaria, mucho menos vestirse. Las erradas políticas del Gobierno que han provocado crisis humanitaria y elevada inflación, las violaciones de Derechos Humanos y las divisiones y fracasos políticos de la oposición, también son factores que influyen en que la desesperanza de la gente aumente y se dé la migración forzada.
En San Josecito, municipio Torbes en Táchira, un grupo de caminantes hacen una parada en una iglesia católica donde reciben ayuda con alimentos e hidratación. Ronald Romero es técnico en refrigeración industrial, salió de Caracas hace par de semanas y llegó a este estado andino caminando y pidiendo cola. Viaja con su esposa y sus tres hijos de 10, 7 y 4 años, tienen como destino a Chile. «Yo tenía un año en Chile, regresé hace 20 días a Venezuela a buscar a mí familia. Aquí no se puede vivir, no se encuentra trabajo y si uno tiene para comer no le alcanza para vestirse o comprarle algo a los niños», exclamó. Estima atravesar cinco países hasta Santiago y tardar un mes.
«No es la primera vez que hago el viaje caminando. Los niños sufren en el recorrido, se cansan, pero nosotros no le ponemos peso para que puedan resistir», indicó, viajan con poco equipaje, sólo lo indispensable para sobrevivir en el trayecto . A su lado está una joven de 18 años que viaja sola, salió de Acarigua hace cinco días buscando llegar a Trujillo Perú a reencontrarse con su madre. Ella abandonó sus estudios porque no ve ninguna posibilidad de futuro en Venezuela.
Jorge Hernández es pescador en Cumana, salió de Sucre hace tres semanas acompañado de su esposa y siete menores de edad de entre dos y 16 años. «Los últimos meses pasamos mucho trabajo, pescábamos y podíamos pasar días sin vender nada. La cosa no ha mejorado en Venezuela», comunicó. Pretende llegar a Cúcuta, Colombia, donde asegura hay más oportunidad de trabajo y la inflación no supera los dos dígitos.
El 27 de enero, una imagen publicada en Twitter del joven arquitecto venezolano Luis Peña Valero (@luispenavalero) se viralizó, porque hizo la comparación gráfica de lo que representa que 7 millones 131 mil 435 venezolanos se hayan ido del país desde 2015 a la fecha, según datos de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes (R4V). «Básicamente es vaciar 11 estados más las Dependencias Federales», decía en su tuit. Y aparecía una imagen de un mapa de Venezuela sin los estados: Trujillo, Mérida, Apure, Barinas, Portuguesa, Cojedes, Yaracuy, Guárico, Amazonas, Delta Amacuro ni Nueva Esparta, que juntos suman más de siete millones de habitantes.
«La migración aumentó en 2022 porque se afianzó la tendencia de los movimientos de reunificación familiar. Desde 2020 se está viendo movilizaciones de familias enteras, la gran mayoría de sectores muy pobres. Los niveles educativos de la mayoría son bajos, son técnicos, cursaron sólo el bachillerato o primaria. Un indicador es que hay una importante movilización de niños venezolanos viajando solos, especialmente hacia Estado Unidos», informó Alexander Campos, director del Centro de Investigaciones Populares.
Afirma que no hay suficientes estudios de investigación para determinar por qué hay tantos menores de edad venezolanos viajando solos, se desconoce si son víctimas de una red de trata de personas, pero que un dato clave es que el gobierno de Panamá informó que de 150 mil 327 venezolanos que cruzaron la selva del Darién en 2022, con destino a USA, unos 1.200 eran niños y alrededor de 115 estaban viajando solos.
Campos también indicó que las proyecciones de la OIM es que en 2023 la migración venezolana aumente. «Estamos hablando que ninguno de los organismos estiman que nuestra migración vaya a paralizarse o a ralentizarse, todo lo contrario», expresó, haciendo referencia a las declaraciones que emitió el 4 de enero Eduardo Stein, representante especial conjunto de ACNUR y OIM para los refugiados de Venezuela, quien catalogó de histórica la presión de emigración venezolana hacia EE.UU en 2022, una tendencia que probablemente crezca a pesar del parol humanitario que impuso USA para los venezolanos el 12 de octubre de 2022.
Están usando el tren de la muerte
Patricia Andrade, abogada y fundadora de la ONG Raíces Venezolanas en Miami, fue testigo el 22 de diciembre de cómo a pesar que el gobierno de Joe Biden, diseñó un parol humanitario para que 24 mil connacionales ingresaran de manera legal y segura a Estados Unidos, y creó la ampliación móvil «CBP One» para que las personas puedan solicitar asilo vía electrónica desde cualquier parte del mundo, eso no ha sido impedimento para que venezolanos sigan arriesgando su vida e ingresen por la frontera por la ciudad El Paso en Texas. La mayoría lo hace montado sobre el «Tren de la Muerte o La Bestia».
Se trata de un tren de carga larga que va a toda velocidad atravesando varias ciudades de México hasta la frontera con USA. Lo migrantes van montados en el techo de los vagones, corriendo el riesgo de caer, morir atropellados, quedar mutilados, o ser víctimas de bandas criminales que los pueden robar o hasta violar.
«Utilizan el Tren de la Muerte porque llegan a México sin dinero y así se ahorran caminar. Pero es un viaje extremadamente peligroso. Yo hablé con una madre venezolana que llegó con una bebé de meses a Texas y llorando me decía que duró dos días montada en el techo de ese tren, y que su hija estuvo a punto de morir congelada», explicó.
Esos venezolanos cruzan el muro fronterizo y no se entregan a las autoridades de migración de EE.UU porque pueden ser deportados. Pero como ingresan ilegalmente el gobierno de Texas les prohíbe su ingreso a refugios o a ayudas humanitarias y terminan durmiendo en la calle sobre cartones. Sostiene que hay quienes logran trabajar informalmente, reúnen algo de dinero y se pagan su pasaje en autobús hasta las denominadas «ciudades santuarios», que tienen refugios temporales para personas en situación de calle.
Sin cumplir requisitos para asilo
La abogada Cioly Zambrano, exiliada en EE.UU tras ser designada magistrada del Tribunal Supremo de Justicia al ser designada por la Asamblea Nacional 2015, explicó a LA PRENSA, que no todos los venezolanos que están ingresando por la Frontera Sur, cumplen los requisitos para aplicar a un asilo en USA.
«La posibilidad para pedir asilo está establecida en el derecho internacional, pero la Ley Migratoria Americana es muy clara al decir que sólo hay cinco razones para solicitarlo: si la persona ha sufrido persecución por opinión política, raza, religión, nacionalidad y por pertenecer a un grupo social en particular. Hay personas que alegan que ingresan a EE.UU por la crisis económica de Venezuela, pero por esa condición no otorgan asilo», comunicó.
Muchos venezolanos arriesgan su vida, atraviesan hasta nueve países y cuando a USA desconocen las leyes migratorias.
No se quieren quedar en México
Francisco D`Angelo, director de la ONG Venezolanos en México (Venemex), informó que desde el 12 de octubre la cantidad de migrantes venezolanos llegando a México ha disminuido. Pero a pesar de las dificultades para ingresar a EE.UU los criollos no tienen como principal opción pedir refugio en México.
Con información de Diario Lara.