Después de los 30 años, el metabolismo comienza a volverse más lento, lo que puede afectar el peso, la energía y la composición corporal. Este cambio se debe a una combinación de factores fisiológicos y hormonales.
A medida que envejecemos, la masa muscular tiende a disminuir y, con ella, también la cantidad de energía que el cuerpo quema en reposo, ya que el músculo consume más calorías que la grasa.
También, hay una reducción natural en la producción de ciertas hormonas, como la testosterona y la hormona del crecimiento, que influyen en la capacidad del cuerpo para mantener el tejido muscular y regular el gasto energético.
Estos cambios pueden hacer que sea más fácil ganar peso y más difícil perderlo, incluso manteniendo los mismos hábitos de alimentación y ejercicio. Por eso, es importante ajustar el estilo de vida con el tiempo, incorporando una alimentación balanceada y actividad física regular para mantener un metabolismo saludable.
Vitaminas y suplementos para el metabolismo
A partir de los 30 años, el cuerpo comienza a experimentar cambios metabólicos que pueden afectar la energía, la masa muscular y el almacenamiento de grasa. Para contrarrestar estos efectos, ciertas vitaminas y nutrientes se vuelven especialmente importantes.
- Vitamina D: ayuda a absorber el calcio, previene la pérdida ósea y fortalece el sistema inmunológico. Su deficiencia es común a partir de los 30.
- Calcio: esencial para mantener huesos fuertes y prevenir la osteoporosis. Trabaja junto con la vitamina D para una mejor absorción.
- Magnesio: regula el azúcar en sangre, la presión arterial y apoya la función muscular y nerviosa.
- Omega-3: grasas saludables que reducen la inflamación, mejoran la salud cardiovascular y apoyan la función cerebral.
- Complejo B: contribuye al metabolismo energético, al funcionamiento del sistema nervioso y combate la fatiga.
- Coenzima Q10: potente antioxidante que mejora la producción de energía en las células y apoya la salud del corazón.
- Probióticos: mejoran la salud intestinal, la absorción de nutrientes y refuerzan el sistema inmune.
- Colágeno: disminuye con la edad; ayuda a mantener la elasticidad de la piel, articulaciones y tejidos conectivos.
Vía Diario 2001
