Es importante abordar el problema desde una perspectiva constructiva y sin culparse a uno mismo por no administrar mejor el tiempo.
En lugar de sentirte mal, utiliza esa situación como una oportunidad para aprender y progresar. Enfócate en identificar áreas en las que caben ajustes y desarrollar habilidades más efectivas; no es una meta que se consiga de la noche a la mañana, lleva tiempo y práctica, por lo que es importante ser paciente. ¿Cómo empezar? Conócelo durante la lectura.
ADMINISTRAR MEJOR LAS HORAS
Un estudio publicado en el Journal of Psychology examinó los efectos del entrenamiento en administración del tiempo y el control del mismo sobre el entorno laboral. Los resultados indicaron que esta capacidad influye de modo positivo en la percepción de control y reducción del estrés relacionado con los lapsos en el trabajo.
En este mismo orden, un metaanálisis publicado en PloS One precisó que la gestión del tiempo está relacionada, de forma moderada, con el desempeño laboral, el rendimiento académico y el bienestar. Entonces, ¿cómo es posible ajustar las horas para favorecerte de los beneficios que supone administrar mejor tu tiempo? A continuación, te dejamos algunos consejos.
1. Establece metas claras
Define tus metas y objetivos a corto y largo plazo. Esta práctica ayudará a enfocarte en las tareas más importantes y evitará la dispersión en actividades menos relevantes.
2. Planifica tu día
Dedica unos minutos al comienzo de cada día para crear una lista de tareas y establecer un plan de acción. La planificación es conveniente en la organización y el enfoque, lo que deriva en una mejor administración de tu tiempo. Dicha planificación puede ser diaria o semanal; apóyate con aplicaciones inteligentes, aunque también funciona una hoja de papel.
3. Prioriza los «pendientes» importantes
Identifica los compromisos más relevantes y asegúrate de abordarlos primero. La jerarquización es un vehículo para avanzar y evitar retrasos con ocupaciones menos urgentes.
4. Elimina las distracciones
Identifica y minimiza o elimina las principales distracciones en tu entorno, ya sea el teléfono móvil, las redes sociales o las conversaciones innecesarias. Esta es una buena recomendación para trabajar concentrado.
5. Utiliza técnicas de gestión del tiempo
Hay varias estrategias probadas beneficiosas para tu productividad, como la Técnica Pomodoro que consiste en trabajar en bloques de 25 minutos, seguidos de 5 minutos de descanso. También es útil la matriz de Eisenhower, en la que se clasifican las tareas en función de su importancia y urgencia.
Asimismo, puedes probar el batching (para agrupar tareas similares y hacerlas en conjunto) o el tiempo bloqueado (asignar bloques específicos para tareas puntuales).
6. Delega cuando sea posible
Si tienes la opción, delega algunas tareas o busca ayuda externa. Esto te permitirá liberar tiempo para enfocarte en actividades más importantes.
7. Aprende a decir «no»
No te sientas obligado a aceptar todas las asignaciones que te presenten. Aprende a evaluar tus prioridades y decir «no» a las cosas que no encajan en tus objetivos o te sobrecargan.
8. Organiza tu espacio de trabajo
Un ambiente de trabajo desordenado afecta de modo negativo en tu productividad; tómate el tiempo para organizarlo y notarás que la jornada fluye de manera más agradable y rendidora.
9. Aprovecha los «tiempos muertos»
Emplea los momentos desocupados, como cuando viajas en transporte público o estás en una sala de espera, para leer o escuchar podcasts sobre temas relacionados con tu desarrollo personal o profesional.
10. Cuida tu bienestar
No descuides tu salud y bienestar mientras intentas mejorar tu gestión del tiempo. Duerme lo suficiente, haz ejercicio y mantén una alimentación equilibrada, ya que estos factores incrementan la energía y capacidad de concentración.
Aprende a resistir la tentación de revisar tu teléfono o usar la tecnología de manera no productiva; enfócate en tus tareas y metas importantes.
Cortesía La Mente Es Maravillosa