
El director de la CIA, Bill Burns, dijo que no le sorprendería que el presidente de Rusia, Vladimir Putin esté elaborando algún tipo de venganza contra el líder del grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin.
En el relato público ofrecido este jueves por Burns, destacó una mordaz evaluación del daño causado a Putin por el motín del grupo mercenario Wagner.
Del mismo modo afirmó que la rebelión había reavivado las dudas sobre su juicio y su distanciamiento de los acontecimientos.
En su intervención en el Foro de Seguridad de Aspen, el Director de la CIA, dijo que durante gran parte de las 36 horas de la rebelión del mes pasado, los servicios de seguridad rusos, los militares y los responsables de la toma de decisiones «parecían estar a la deriva.»
Señalando que el jefe del grupo Wagner «ha expuesto debilidades significativas del sistema construido por Putin».
«Lo más notable para mí es la forma en la que Putin se vio obligado a hacer un trato con Prigozhin después del motín», señaló el Director de la CIA.
Asimismo, señaló que «Putin es alguien que generalmente piensa que la venganza es un plato que se sirve en frío».
«Así que va a tratar de ‘arreglar’ la situación en la medida de lo posible. Putin es el último apóstol de la venganza, así que me sorprendería si Prigozhin escapa a más represalias por esto. Entonces, en ese sentido, el presidente tiene razón. Si yo fuera Prigozhin, no despediría a mi catador de comida», señaló.
Con información de 2001.