Un incremento en los hechos violentos relacionados con las bandas criminales y el narcotráfico ha sumido a Ecuador en una de las peores crisis de seguridad de toda su historia.
El asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio es una de las pruebas fehacientes de la situación delicada que vive el país sudamericano. Sin embargo, los políticos no son las únicas víctimas; algunas fuentes apuntan que la tasa de muertes violentas por cada 100.000 habitantes incrementó más del 70% durante los primeros seis meses del 2023. Esto quiere decir que la población general corre tanto riesgo como las personalidades reconocidas.
Igualmente, expertos señalan la responsabilidad del tráfico de drogas y las disputas que de ello derivan. Ecuador se habría convertido en uno de los puntos focales desde los cuales se exportan los estupefacientes a grandes núcleos poblados, como México o Estados Unidos
La gravedad del problema llega a tal punto, que el presidente se vio obligado a aprobar el porte lícito de armas por parte de ciudadanos comunes. Es decir, los ecuatorianos tienen que recurrir a la defensa personal en vista de la poca capacidad que tiene la policía para mantener controlados a los delincuentes.
Sobre este punto también destaca la fácil corruptibilidad de los funcionarios policiales. En el país hay periodistas y analistas que consideran que los tentáculos de la mafia se extienden incluso dentro de los cuerpos de seguridad, lo que hace todavía más vulnerables a los ciudadanos ecuatorianos.
Con información de Notitarde.