Una tendencia que hace apenas unas décadas era prácticamente inexistente hoy enciende las alarmas de la comunidad médica internacional: el cáncer colorrectal está aumentando de forma significativa entre personas menores de 50 años. Este fenómeno, que desafía las estadísticas históricas de la enfermedad, ha motivado una intensa búsqueda de respuestas en el ámbito científico.
Un reciente estudio publicado en la revista JAMA Oncology ha arrojado nueva luz sobre este preocupante panorama. La investigación, de carácter observacional, analizó durante 24 años los registros de salud y hábitos alimentarios de 29.105 mujeres menores de 50 años, con el objetivo de identificar factores que podrían estar relacionados con el desarrollo de esta forma de cáncer.
Un enemigo silencioso que gana terreno
Tradicionalmente, el cáncer colorrectal ha sido más común en adultos mayores, con la mayoría de los diagnósticos concentrados en personas de entre 60 y 80 años. Sin embargo, en los últimos 15 años, médicos como el gastroenterólogo Andrew T. Chan, del Mass General Brigham de Boston, han notado un cambio inquietante: cada vez más pacientes jóvenes, incluso de entre 20 y 40 años, están recibiendo este diagnóstico.
¿Qué está cambiando?
Aunque aún no se ha identificado una causa definitiva, el estudio apunta a un posible culpable: el consumo elevado de alimentos ultraprocesados. Las mujeres que incluían más productos de este tipo en su dieta —como snacks envasados, cereales azucarados, comidas listas para calentar y bebidas azucaradas— mostraron un mayor riesgo de desarrollar pólipos colorrectales precancerosos, una condición que puede evolucionar hacia el cáncer.

Estos hallazgos no prueban una relación causal directa, pero sí ofrecen una pista valiosa que podría orientar futuras investigaciones y estrategias de prevención. La creciente presencia de alimentos ultraprocesados en la dieta moderna, especialmente en países industrializados, podría estar desempeñando un papel más importante del que se pensaba.
Un llamado a la acción
Los expertos coinciden en que este aumento de casos en adultos jóvenes requiere una respuesta urgente. Además de promover hábitos alimentarios más saludables, se plantea la necesidad de revisar las pautas de detección temprana, que tradicionalmente se enfocan en personas mayores de 50 años.
El estudio también refuerza la importancia de la educación en salud y el acceso equitativo a servicios médicos, especialmente en poblaciones jóvenes que podrían no considerarse en riesgo y, por tanto, no buscar atención médica a tiempo.
Los hallazgos ofrecen indicios sobre posibles factores asociados al desarrollo de cáncer colorrectal en mujeres jóvenes y abren una línea de investigación que podría ayudar a comprender mejor este fenómeno.
El cáncer colorrectal ya no es una enfermedad exclusiva de la vejez. Su avance entre los jóvenes representa un desafío para la medicina moderna y una oportunidad para repensar nuestras prácticas alimentarias, diagnósticas y preventivas. La ciencia aún busca respuestas, pero el mensaje es claro: la vigilancia y la prevención deben comenzar antes de lo que solíamos creer.
Vía El Regional del Zulia