A propósito de la conmemoración del día 2 de noviembre, conocido como día de los muertos o Fieles Difuntos, continuamos identificando patrimonios históricos del municipio Maturín junto a Miguel Mendoza, Jefe de la Oficina del Historiador de la Alcaldía. En esta ocasión, hablaremos del Cementerio Municipal Pedro Juan Luciani, conocido como «Cementerio Viejo de Maturín».
La edificación, construida en 1880, representó un avance significativo en el proceso urbano de Maturín. El cementerio lleva el nombre de Pedro Juan Luciani, sacerdote residenciado en Maturín en el siglo XIX y cuyos restos, sepultados inicialmente en la iglesia San Simón, fueron trasladados en 1968 al camposanto que hoy lleva su nombre.
Periquera
En una amena entrevista, Mendoza señaló que el camposanto se levantó en los predios del antiguo cementerio de Periquera, lugar donde reposan ciudadanos de significación para los imaginarios del Maturín de los siglos XIX y XX.
El 8 de septiembre de 2003, el camposanto fue declarado patrimonio histórico de la ciudad, según consta en Gaceta Municipal.
En este cementerio descansan personalidades de notable contribución a la ciudad, al arte y la cultura. Paula Bastardo, Soledad Clavier, Manuel Nuñez Tovar, Gilberto Roque Morales, Benito Quiroz y el guerrillero antigomecista Sixto Gil, son algunos de ellos.
Historiador de Maturín
El Jefe de la Oficina del Historiador de Maturín expresó que en el cementerio viejo, que es un importante Museo a cielo abierto de la ciudad, existe una variada muestra de estatuaria funeraria que constituye un significativo patrimonio artístico del municipio que da forma a ricos imaginarios y ficciones que definen una importante subjetividad de nuestra ciudad.

También es importante destacar que tanto la estatuaria como la oralidad han convertido al cementerio Pedro Juan Luciani en un centro de leyendas y ficciones que evidencian la riqueza cultural y el apego de nuestro pueblo a los abordajes mágico religiosos.
La estatuaria, fundamentalmente de significacion religiosa, simboliza la expresión de la fé y la idea del descanso eterno.
Las elaboradas propuestas escultóricas privilegian la figura de Jesucristo, la virgen dolorosa y la cruz de la crucifixión.
En la estatuaria funeraria se ha hecho popular, por los logros estéticos, la figura de la niña Helena Camino, fallecida en 1948.

Para finalizar, Mendoza subraya que la ruta por donde caminan los visitantes de este camposanto suele ser la misma por donde, según el imaginario popular, transitan aquellos que una vez estuvieron entre nosotros y que ahora reposan allí.
La alcaldesa del municipio Maturín Ana Fuentes ha orientado políticas de mantenimiento y conservación del importante camposanto para garantizar que la ciudadanía pueda visitar el lugar de reposo, ofrendar y expresar su respeto a sus familiares fallecidos.
Vía Nota de Prensa