Aunque presentan algunas fallas, 8 mujeres se encuentran trabajando en los locales
Con ventas bajas, sin alumbrado en los locales, asfaltado con baches y pocas vendedoras, el paseo de las empanadas de la avenida Libertador, se niega a morir. Así lo aseguraron quienes a pesar de los problemas siguen apostando al trabajo y al crecimiento económico en Maturín.
El sitio es considerado un ícono de la capital de Monagas. Allí en tiempos pasados, propios y visitantes colmaban los locales, sobre todo en horas de la noche, sin embargo, con el pasar del tiempo ha ido decayendo.
Yannira Martínez, empanadera con más de 17 años en el sitio, expresó que actualmente se encuentran laborando 8 vendedoras, mientras que otros 8 locales están vacíos y abandonados.
Dice que algunas mujeres han tenido que reinventarse en otros quehaceres, debido a la situación país. A su juicio, los gobernantes actuales deberían implementar créditos para mayor inversión y recuperar lo antes posible el alumbrado dentro de los locales, así como también el asfaltado por el canal de servicio de la avenida Libertador.
Se conoció que las ventas no son las mismas de años atrás, sin embargo, resuelve a las trabajadoras el día a día.
Sobre el tema de inseguridad, las entrevistadas agregaron que afortunadamente cuentan con recorridos nocturnos de parte de la policía Comunal de Polimaturín y eso ha impedido hechos que lamentar.